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Ritmo circadiano y cáncer

Una parte creciente de la población humana se ve afectada por la desalineación circadiana causada por el sueño desregulado, el aumento de la exposición a la luz nocturna y los patrones de alimentación erráticos. Por lo tanto, los ritmos circadianos son un área de investigación clave, con vínculos convincentes con el cáncer.

 

Ritmo circadiano y cáncer

Los ritmos circadianos regulan el ciclo sueño-vigilia, la secreción de hormonas, el metabolismo, las respuestas inmunitarias e incluso los patrones de alimentación y digestión. Ayudan a preservar la estabilidad genómica, controlan el ciclo celular y apoyan la inmunidad a nivel de tejido. Las interrupciones en este reloj interno, causadas por problemas para dormir, exposición a la luz nocturna y hábitos alimenticios irregulares, están cada vez más relacionadas con el desarrollo de cáncer.

 

Investigadores de la Universidad de California, Irvine, Estados Unidos, han observado expresiones genéticas de reloj alteradas en los tejidos de pulmón, mama, colorrectal, leucemia, carcinoma hepatocelular y glioblastoma.

 

El estudio, publicado en Nature Immunology,1 dirigido por Bridget M. Fortin, candidata a doctorado en química biológica en la Universidad de California, Irvine, Estados Unidos, examinó si las interrupciones circadianas internas y externas, como la pérdida de sueño nocturno, la exposición a la luz artificial y los patrones de alimentación irregulares, contribuían al desarrollo temprano del cáncer colorrectal (CCR). También examinaron si la medicina cronológica podría ayudar a optimizar la quimioterapia y la terapia con inhibidores de puntos de control inmunitarios.

 

Numerosos estudios han relacionado la interrupción circadiana tanto con el inicio como con la progresión del cáncer. Las muestras tumorales con frecuencia muestran una expresión reducida de los genes del reloj central, y las mutaciones en estos genes se relacionan con tasas de supervivencia precarias. En el CCR, las concentraciones más bajas de BMAL1, CRY1, CRY2 y PER1-PER3 se relacionan con una reducción de la supervivencia general.

 

Desde mediados de la década de 1970, la incidencia general de cáncer ha aumentado, particularmente entre las personas de 15 a 39 años, y un CCR de inicio temprano muestra el aumento más pronunciado. Durante el mismo período, la exposición a la luz artificial por la noche (ALAN) ha aumentado significativamente. La luz emitida por televisores, pantallas de computadora y teléfonos inteligentes puede suprimir la producción de melatonina, interrumpiendo tanto el sueño como los ritmos circadianos.

 

Un metaanálisis reciente en el que participaron más de 170,000 personas,2 encontró que la alta exposición a ALAN aumentaba el riesgo de cáncer de mama con receptores de estrógeno positivos en mujeres premenopáusicas. Se han informado asociaciones similares para el cáncer de tiroides. El cruce de zonas horarias también puede alterar los ritmos circadianos y potencialmente influir en el riesgo de cáncer.

 

El tracto gastrointestinal es particularmente sensible a la alteración circadiana. La mucosa intestinal se regenera en un ciclo preciso de 24 horas y el microbioma intestinal responde en gran medida a la alteración del ritmo. La ingesta dietética también está regulada por el reloj circadiano, y la desregulación puede surgir como un factor de riesgo significativo para el CCR, aunque se necesita más confirmación.

 

La preservación de los ritmos circadianos puede desempeñar un papel importante en la prevención y el tratamiento del cáncer en el futuro. Las estrategias incluyen mantener un sueño y comidas constantes, limitar el trabajo en turnos nocturnos y limitar la ingesta de alimentos a un período de 6 a 12 horas durante el día. La actividad física regular puede tener un efecto positivo en los ritmos circadianos.

 

La cronoterapia implica la administración de terapias contra el cáncer que se alinean con el reloj interno del cuerpo. Esto puede mejorar la tolerabilidad de los medicamentos y potencialmente aumentar la eficacia del tratamiento. Sin embargo, aún no se sabe si esto contribuye a la efectividad del tratamiento. Del mismo modo, el momento de la administración también podría desempeñar un papel clave en la inmunoterapia con inhibidores de puntos de control con ritmos circadianos, lo que puede mejorar los resultados de la inmunoterapia; sin embargo, esto requiere confirmación a través de estudios adicionales.

 

Referencias

 

  1. Fortin, B.M., Mahieu, A.L., Fellows, R.C. et al. Las diversas funciones del reloj circadiano en el cáncer. Nat Cancer 6, 753–767 (2025). https://doi.org/10.1038/s43018-025-00981-8.

  2. Zining Luo, Zhenglong Liu, Hongjie Chen, Ying Liu, Nenghuan Tang, Haoran Li. Exposición a la luz nocturna y riesgo de cáncer de mama: un metaanálisis de estudios observacionales. Frente. Frontiers, Salud Pública, Sec. Salud Ambiental y Exposoma. 2023; 11. https://doi.org/10.3389/fpubh.2023.1276290

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