PREVENCION DEL SUICIDIO Día Mundial para la Prevención del Suicidio
- Noticiero Medico
- 30 sept
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El Día Mundial para la Prevención del Suicidio es una jornada que se conmemora anualmente el 10 de septiembre desde 2003, establecido ese mismo año por la Organización Mundial de la Salud.
Fue establecido el 10 de septiembre de 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El objetivo de esta proclamación es destacar la gravedad del problema del suicidio y promover acciones basadas en evidencias para su prevención.
La fecha fue elegida para concentrar la atención en el problema del suicidio a nivel mundial, reducir el estigma asociado y aumentar la conciencia entre organizaciones, gobiernos y el público en general. Desde su primera celebración en 2003, cada año se ha continuado conmemorando este día con diversas actividades y campañas de sensibilización.
El suicidio es un problema de salud pública importante, pero a menudo desatendido, rodeado de estigma, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no solo a las personas, sino también a las familias y las comunidades. En 2021, se estima que 727.000 personas de todas las edades perdieron la vida por suicidio, tras numerosos intentos. Centrarse en la prevención del suicidio cobra especial importancia para fortalecer las conexiones sociales, crear conciencia y brindar esperanza. Acompañar a los seres queridos en su salud mental y bienestar podría salvar vidas.
El tercer informe regional sobre mortalidad por suicidio, publicado en marzo de 2021, indicó que este problema sigue siendo una prioridad de salud pública en la Región de las Américas. Los suicidios se pueden prevenir con intervenciones oportunas, basadas en la evidencia y, a menudo, de bajo costo. En junio de 2021, la OMS lanzó VIVE LA VIDA, una guía de implementación que consta de cuatro intervenciones clave para prevenir el suicidio en todo el mundo. Un enfoque multisectorial es fundamental para involucrar a la sociedad y a las partes interesadas en un esfuerzo colaborativo.
El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026, "Cambiar la narrativa", tiene como objetivo derribar barreras, como el estigma, crear conciencia y crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio. Todos, individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos tienen un papel importante que desempeñar para cambiar la narrativa sobre el suicidio.
Suicidio en las Américas
En 2021, 100.933 personas murieron por suicidio en la Región de las Américas.
Entre 2000 y 2019, la tasa de suicidio estandarizada por edad en la Región de las Américas aumentó en un 17% (AMRO fue la única región de la OMS que mostró un aumento durante este período).
América del Norte es la subregión de las Américas con la tasa de suicidio más alta, seguida por el Caribe no latino.
El 79,4% de las muertes por suicidio en la Región ocurrieron entre hombres en el 2019; Sin embargo, los suicidios de mujeres mostraron un aumento más pronunciado que los suicidios de hombres entre 2000 y 2019.
Los adultos de mediana edad (40-69 años) representan la mayor proporción (38,0%) de los suicidios en la Región, seguidos por los adultos mayores (70+ años; 32,8%).
La implementación de intervenciones basadas en la evidencia para la prevención del suicidio, como las que se describen en la Guía de intervención de la OMS para la Prevención del Suicidio en los Países, puede ayudar a los países de la Región a prevenir los suicidios.
El abordar la complejidad de las conductas suicidas comienza por identificar los factores de riesgo y de protección. Los factores de riesgo clave abarcan desde los sistemas sanitarios y la sociedad hasta los niveles comunitario, relacional e individual. Entre ellos se encuentran las barreras de acceso a la atención de salud, las catástrofes, las guerras y los conflictos, los intentos de suicidio anteriores, etc. Estos factores suelen actuar de forma acumulativa para aumentar la vulnerabilidad a la conducta suicida. Aunque la relación entre el suicidio y los trastornos mentales está bien establecida, muchos suicidios también pueden producirse de forma impulsiva en momentos de crisis, como una pérdida económica. Algunos factores de protección son las relaciones personales sólidas, las creencias religiosas o espirituales y las estrategias de afrontamiento y prácticas de bienestar positivas.
Mitigar los factores de riesgo para reducir los medios de suicidio y potenciar los factores de protección para fomentar la resiliencia, pueden reducir de manera eficaz las tasas de suicidio. Por ejemplo, el suicidio impulsivo puede prevenirse restringiendo el acceso a los medios letales. Sin embargo, la prevención del suicidio no se ha abordado adecuadamente en muchos países debido a la falta de toma de conciencia sobre el suicidio como un importante problema de salud pública, lo que impide que la gente busque ayuda. El subregistro y la clasificación errónea son problemas más importantes en los suicidios que en otras causas de muerte, debido a su sensibilidad y a su ilegalidad en algunos países. El reto es real y hay que tomar medidas.
La OPS se esfuerza por colaborar con todos los actores clave en la prevención del suicidio en las Américas. La Meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas busca reducir en un tercio la mortalidad prematura para 2030. En consonancia con esta meta, el Plan Estratégico 2020-2025 de la OPS incluyó el suicidio como indicador para la evaluación de la Región de las Américas.
Cada cinco años, la Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), en colaboración con el Centro de Colaboración de la OMS en la Universidad de Brown, elabora un informe regional sobre la mortalidad por suicidio en las Américas. La OPS ha publicado tres informes de esta serie, cada uno de los cuales evaluó los períodos 2000-2004, 2005-2009 y 2010-2014, y actualmente está trabajando en la cuarta publicación, que analiza el período 2015-2019. Estos informes ofrecen un panorama general de la mortalidad por suicidio en las Américas, desglosada por subregiones y países, edad, género y métodos de suicidio. Se necesitaría que los países reportaran datos con mayor frecuencia para publicar los informes de manera más oportuna y facilitar la toma de decisiones.
En 2016, la OPS publicó un informe sobre "Prevención de la conducta suicida". Esta publicación se concibió como una herramienta práctica que proporciona información esencial para comprender mejor las conductas suicidas y las principales estrategias para combatirlas, desde el registro hasta la evaluación de las intervenciones, considerando los enfoques ya implementados en la Región.
La unidad técnica de la OPS brinda apoyo técnico a los países para el desarrollo de Estrategias Nacionales de Prevención del Suicidio. Estas estrategias son esenciales para priorizar la prevención del suicidio en la agenda nacional.
Utilizando la sección de la Guía Interinstitucional mhGAP-IG de la OMS sobre autolesiones/suicidio, la OPS apoya a los países en la capacitación de profesionales de atención primaria de salud y trabajadores humanitarios, en entornos de atención no especializada, sobre la prevención del suicidio mediante la evaluación, el manejo y el seguimiento. Además, la OPS ofrece capacitación y seminarios web a periodistas sobre la cobertura responsable de suicidios, orientándolos para que se comuniquen sobre el suicidio al público de manera que se reduzca el estigma, se promueva la búsqueda de atención y se transmita esperanza.