En Latinoamérica se espera que el número de personas con demencia, incluyendo enfermedad de Alzheimer, rebase los 27 millones en 2050, por lo cual un grupo de expertos convocados por la Americas Health Foundation (AHF) desarrolló recomendaciones específicas para el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad en la región, actualmente publicados en Frontiers in Neurology.¹ ′²
La idea errónea de que la demencia es un fenómeno inherente al envejecimiento obstaculiza su detección temprana y las acciones de prevención. Aunque con el envejecimiento vienen muchas alteraciones de los órganos y sistemas, esto no implica que se vaya a desarrollar demencia, señalaron los autores de la revisión del Departamento de Geriatría del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en la Ciudad de México.
A pesar de que las estrategias de salud pública para controlar los factores de riesgo podrían prevenir hasta 56% de los casos de demencia, solo Chile, Costa Rica, Cuba, México y Puerto Rico cuentan con planes nacionales de demencia, desafortunadamente dichos planes carecen de fondos suficientes.
El grupo de revisión, integrado por un panel multidisciplinario de expertos de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México y Perú, identificó que entre las barreras regionales para afrontar esta enfermedad hay una falta de acceso a la salud, sistemas de salud fragmentados, fondos limitados para la investigación, diagnóstico y tratamiento no estandarizados, heterogeneidad genética y diversos determinantes sociales de la salud.
Entre las recomendaciones generales para mejorar la atención a la demencia, los investigadores incluyeron: formación adicional de médicos y otros profesionales sanitarios de atención primaria, realización de pruebas cognitivas específicas para cada región, cobertura del diagnóstico y tratamiento de la demencia en la salud pública y búsqueda para detectar poblaciones con variantes genéticas asociadas a la demencia.
Es necesario que los médicos de primer contacto tengan el padecimiento presente y puedan realizar un tamizaje, porque en la actualidad los diagnósticos se hacen muchos años después, lapso en el que no se hizo nada por intentar detener el proceso de la alteración cognitiva.
Los autores señalan que la prevención de la demencia es posible. Por ejemplo, la estimulación social, la actividad física y la actividad cognitiva protegen e incluso pueden retrasar la aparición de la enfermedad en quienes tienen alto riesgo de padecer un proceso cognitivo.
México es uno de los pocos países en Latinoamérica que cuenta con un Plan de Acción Nacional y guías para el diagnóstico y el manejo de la demencia. Esto es una buena noticia, ya que los criterios clínicos ofrecen hasta 90% de precisión diagnóstica para la demencia cuando son aplicados correctamente.³′ ⁴
El problema de las guías es que no han alcanzado la difusión suficiente, además de que no están adaptadas para todas las condiciones poblacionales que existen en el país.
Existen comunidades donde el idioma puede ser una barrera, donde no se habla español o hay contextos de baja escolaridad. Las guías deberían modificarse para poder aplicarse en todos los niveles de atención en todos los grupos poblacionales. Esto requiere del financiamiento y la ejecución de proyectos de investigación regionales.
Las demencias deberían tener la connotación de enfermedad catastrófica, así como la tienen el cáncer o las enfermedades renales. Las demencias, con el número de casos que se estiman para los siguientes años, tendrán un efecto devastador en un sistema de salud como el de nuestros paises.
Los especialistas resaltaron que toca a los profesionales de la salud actualizarse e intentar identificar de manera temprana a los pacientes que podrían desarrollar una alteración cognitiva y una demencia. Es el momento para que los médicos puedan ser un elemento clave en la disminución del número de casos en los siguientes 20 años.
Hay que romper el concepto de que la demencia es parte del espectro del envejecimiento, no es así. Hay mucho por hacer para prevenir, incluso ya hay terapias, aprobadas recientemente, para modificar el curso de la enfermedad, concluyeron los investigadores.
Referencias
Lopera F, Custodio N, Rico-Restrepo M, Allegri RF, y cols. A task force for diagnosis and treatment of people with Alzheimer’s disease in Latin America. Front Neurol. 11 Jul 2023:14:1198869. doi: 10.3389/fneur.2023.1198869. PMID: 37497015. Fuente
Custodio N, Wheelock A, Thumala D, Slachevsky A. Dementia in Latin America: epidemiological evidence and implications for public policy. Front Aging Neurosci. 13 Jul 2017; 9:221. doi: 10.3389/fnagi.2017.00221. PMID: 28751861. Fuente
Plan de acción Alzheimer y otras demencias. 2014. Consultado en version electronica. Fuente
Wahlund LO. Magnetic resonance imaging and computed tomography in Alzheimer's disease. Acta Neurol Scand Suppl. 1996:168:50-3. doi: 10.1111/j.1600-0404. 1996.tb00373. x. PMID: 8997420. Fuente
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