Enfriar una lesión reciente con hielo puede ser una de las formas más efectivas de aliviar el dolor sin medicamentos. Pero el hielo es voluminoso e impreciso, y se derrite. Pero, ¿qué pasaría si pudieras reducir una bolsa de hielo que nunca se derrite y colocarla directamente sobre los nervios que causan dolor? Eso es lo que un grupo de científicos de la Universidad Northwestern ha intentado hacer mediante el desarrollo de un implante pequeño y flexible que ofrece alivio del dolor a pedido.
Los investigadores probaron el dispositivo en ratas y publicaron sus hallazgos en la revista Science. Esperan que proporcione una alternativa futura a los opioides y otros analgésicos recetados que pueden tener efectos secundarios graves, incluido el riesgo de adicción.
El implante es una tira delgada como el papel, de 5 mm de ancho de material soluble en agua que contiene un par de canales paralelos en forma de onda, uno lleno de un refrigerante líquido y el otro con nitrógeno seco. Hay una bomba en el exterior que libera el líquido y el gas que se mueven hacia un bolsillo compartido donde una reacción química hace que el líquido se evapore, creando finalmente una sensación de enfriamiento que adormece el nervio. A medida que el nervio se enfría, las señales de dolor que envía al cerebro disminuyen gradualmente hasta que se detienen por completo, evitando que esas señales lleguen al cerebro.
Dado que la tira delgada está diseñada para envolverse alrededor del nervio real que causa dolor, el dispositivo ofrece un alivio preciso y específico que no afecta el tejido circundante, incluidos los nervios que controlan la función motora. Eso significa que se obtiene la ventaja del entumecimiento que se siente cuando se usa hielo, pero con más precisión, apuntando a un solo nervio en comparación con toda el área que una bolsa de hielo podría cubrir.
Los científicos indicaron que están apuntando específicamente a los nervios periféricos, que conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo. Estos son los nervios que comunican estímulos sensoriales, incluido el dolor. Al ofrecer un efecto de enfriamiento a solo uno o dos nervios específicos, se puede modular eficazmente las señales de dolor en una región específica del cuerpo.
Dado que demasiado enfriamiento puede dañar el tejido alrededor del nervio, el dispositivo incluye un pequeño sensor que monitorea la temperatura del nervio y puede ajustar las tasas de flujo del líquido y el gas para aumentar o disminuir la cantidad. El dispositivo tampoco necesita ser retirado una vez que se implanta: todo el material puede ser absorbido naturalmente por el cuerpo, y se disuelve a los pocos días o semanas de ser colocado, dijeron los investigadores.
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