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El insomio y los transtornos de ansiedad


Investigadores holandeses han demostrado que una agitada fase de sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) impide el procesamiento emocional, lo que puede contribuir a los trastornos del estado de ánimo y ansiedad.¹

Los hallazgos fueron publicados en la versión electrónica de Current Biology de julio.

Los científicos utilizaron la resonancia magnética funcional para escanear los cerebros de los participantes mientras experimentaban una experiencia angustiante, el escucharse a sí mismos cantar desafinados. Utilizaron también el electroencefalograma para medir la actividad cerebral.

Luego de pasar la noche en un laboratorio del sueño, los participantes fueron sometidos a la experiencia angustiante. Quienes habían experimentado un sueño MOR estaban menos angustiados, mientras que aquellos con un sueño MOR agitado estaban más angustiados.

Estos hallazgos pueden apuntar a una forma de resolver el problema. Los investigadores indicaron que, dado que es más probable que el sueño MOR y la agitación ocurran al final de la noche, puede ser conveniente aconsejar a las personas con insomnio y/o problemas mentales que no permanezcan en la cama por las mañanas y restringir el tiempo en la cama a no más de 7 horas, o incluso menos.

La amígdala se activa inicialmente durante una experiencia angustiante, pero la subsiguiente reorganización de la red neuronal facilitada por el sueño MOR inhibe la angustia si la experiencia se repite. La amígdala se activa en momentos de angustia, el sueño MOR puede ayudar a calmarla permitiendo un periodo para la reactivación y reorganización de los circuitos neuronales que se activaron durante la experiencia emocional inicial.

El sueño MOR agitado es característico en varios trastornos psiquiátricos, por ejemplo, las personas con insomnio tienen dificultades para superar la angustia causada por las malas experiencias emocionales y como resultado pueden sufrir de ellas durante días, semanas, meses o años.

Los investigadores evaluaron a 29 adultos (edad media: 41,6 años; 52%: género femenino) que tenían insomnio que variaba mucho en gravedad; iba desde la ausencia de quejas del insomnio hasta el trastorno de insomnio.

Una semana antes del estudio, los participantes recibieron una entrevista de admisión, imágenes de resonancia magnética estructural y grabaciones de audio de sí mismos cantando en karaoke.

Los investigadores utilizaron la resonancia magnética funcional para registrar la respuesta límbica inducida por la "angustia emocional autoconsciente" de escuchar su propio canto desafinado.

Los participantes también se sometieron a pruebas de discriminación de olores para evaluar si cumplían con los requisitos previos para el condicionamiento diferencial, como la capacidad para distinguir olores vinculados posteriormente a sus propios estímulos de canto (conocidos como US+) y los estímulos de canto de otros (conocidos como US-). El olor en sí no era desagradable, pero se usó para la reactivación de la memoria dirigida, ya que un olor presentado durante una experiencia, como el aprendizaje o una emoción, condicionará esa experiencia. La experiencia angustiante se asoció con un olor que se diseminó mientras los participantes dormían. Solo aquellos con la capacidad de discriminación de olores (n = 13; 54%: género masculino; índice de gravedad del insomnio promedio: 11,1) fueron expuestos a olores durante el sueño para la reactivación de la memoria dirigida. La exposición a la experiencia angustiante (su canto desafinado) se repitió después de una noche de sueño "para cuantificar la adaptación de la reactividad a lo largo de la noche". El electroencefalograma se registró durante el sueño para determinar las fases del sueño y la activación cortical.

Las emociones más informadas por los participantes después de escuchar su propio canto desafinado fueron pena y vergüenza.

Los investigadores encontraron que cuanto más tranquilo sea el sueño MOR que una persona tiene, mejor será la adaptación nocturna de la amígdala, por el contrario, en personas con sueño MOR agitado, la segunda experiencia angustiante fue aún más grave, y la amígdala continuó su activación. El efecto del sueño MOR en la adaptación de la amígdala se mejoró si los episodios anteriores del sueño de tiempo total de registro fueron de mayor duración. Sin embargo, el efecto se contrarresta si los episodios de sueño MOR tienen "abundantes interrupciones, hasta el punto de que el beneficio del sueño MOR se pierde por completo" añadieron. Estos hallazgos subrayan la importancia de un enfoque integrado para el papel funcional del sueño, concluyeron.

Tanto el sueño MOR agitado como una amígdala hiperactiva son comunes en personas con insomnio, trastorno de estrés postraumático, depresión o trastorno de ansiedad y afecta a no menos de dos tercios de las personas con un trastorno mental.

Algunos científicos indican que el sueño MOR inquieto puede contribuir de manera transdisciplinaria al hecho de que las personas con trastorno de estrés postraumático llevan su experiencia traumática al día siguiente, las personas con un trastorno de ansiedad sus mayores temores, las personas con depresión, su desesperación, y las personas con insomnio crónico, su tensión. La psiquiatría y la salud del comportamiento han sugerido que los problemas del sueño son secundarios a la ansiedad y la depresión. Al tratar y dirigir directamente el tratamiento a los problemas del sueño en estos pacientes, no solo puede mejorar el sueño, sino que también puede mejorar el tratamiento para cualquiera de sus condiciones comórbidas.

1. Wassing R, Lakbila-Kamal O, Ramautar JR, Stoffers D, y cols. Restless REM Sleep Impedes Overnight Amygdala Adaptation. Curr Biol. 22 Jul 2019;29(14):2351-2358.e4. doi: 10.1016/j.cub.2019.06.034. PMID: 31303489. Fuente

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