El 16 de junio pasado la Universidad de Oxford comunicó resultados iniciales del ensayo RECOVERY (Randomized Evaluation of COVid-19 thERapY) en el Reino Unido. Se informó que la dexametasona, un esteroide barato y ampliamente utilizado en todo el mundo, reduce la mortalidad en casos graves de COVID-19.
La universidad es responsable del ensayo clínico aleatorizado que comenzó en marzo este año, y está evaluando el efecto de varios tratamientos potenciales para COVID-19, incluidas dosis bajas de dexametasona.
El estudio involucró a más de 11.500 pacientes en más de 175 hospitales del National Health Service (NHS) del Reino Unido. Un total de 2.104 pacientes fueron aleatorizados para recibir 6 mg de dexametasona una vez al día (por vía oral o intravenosa) durante 10 días. Este grupo se comparó con 4.321 pacientes asignados al azar para recibir solamente la atención habitual.
Dexametasona redujo las muertes en un tercio en pacientes ventilados (risk ratio: 0,65; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,48 a 0,88; p = 0,0003) y un quinto en aquellos pacientes que recibieron solo oxígeno (risk ratio: 0,80; IC 95%: 0,67 a 0,96; p = 0,0021). No hubo beneficio entre los pacientes que no requirieron asistencia respiratoria (risk ratio: 1,22; IC 95%: 0,86 a 1,75; p = 0,14).
Entre los pacientes que recibieron solamente la atención habitual, la mortalidad a los 28 días fue mayor en los que necesitaban ventilación (41%), intermedia en los pacientes que solo necesitaban oxígeno (25%) y menor en los que no necesitaban intervención respiratoria (13%).
Los investigadores indicaron que los resultados son lo suficientemente claros, “podemos anunciar los resultados hoy y las personas pueden ser tratadas esta noche o mañana". El grupo ahora trabaja para publicar todos los detalles de los datos lo más rápido posible.
Sin embargo, reconocieron que no se encontró evidencia de beneficio en pacientes que no requirieron oxígeno y que no se estudiaron pacientes fuera del ámbito hospitalario.
El Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha acogido con beneplácito los resultados positivos, pero hasta ahora inéditos o revisados por expertos.
La Dra. Kathryn Hibbert, directora de la Unidad de Cuidados Intensivos del Harvard's Massachusetts General Hospital en Boston, Estados Unidos, mostró cierto escepticismo: "Nos hemos adelantado antes, no solo durante la pandemia de coronavirus, sino incluso antes de COVID-19, con resultados emocionantes que cuando tenemos acceso a los datos no son tan convincentes",
Los científicos opinan que hay que ver el estudio dado el entorno actual de retractaciones y esperar los datos reales, si son revisados por pares y se publican en una revista real.
Adicionalmente Directores Médicos del Reino Unido indicaron que "Normalmente aconsejaríamos esperar la publicación del artículo completo antes de cambiar la práctica, para asegurar que el análisis final y la revisión por pares no conducen a conclusiones diferentes, sin embargo, dada esta clara ventaja de mortalidad, con buena significancia y con un medicamento bien conocido que es seguro en estas circunstancias, nosotros consideramos que es razonable que la práctica cambie antes de la publicación del trabajo final”
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