
Una vez que una persona contrae el VIH, lo tendrá toda la vida. Hasta la actualidad no existe una vacuna o tratamiento que evite al VIH. Sin embargo, con un diagnóstico temprano y la inclusión inmediata a la atención médica con tratamiento antirretroviral garantizando una adherencia adecuada al mismo, se puede controlar la enfermedad y lograr una mejor calidad de vida.
Estadísticas internacionales indican que, en 2019, alrededor de 690.000 [500.000 – 970.000] personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida en todo el mundo, frente a los 1,7 millones [1,2 millones - 2,4 millones] de 2004 y los 1,1 millones [830.000 - 1,6 millones] de 2010.
En Ecuador, según datos proporcionados por el Ministerio de Salud Pública, se ha observado un aumento de casos de personas afectadas con el VIH, principalmente en la última década (2010 – 2020), lo que representa el 67% de casos nuevos, con mayor incidencia en personas en edad sexualmente activa (15 a 49 años), esto relacionado a una serie de factores, como el comportamiento inadecuado ante las relaciones sexuales, actividad sexual temprana y la ausencia de métodos preventivos, aspectos que han llevado a esta población, generalmente de adolescentes, a incurrir en prácticas de riesgo para la salud.
Alrededor del 90% de las muertes estuvieron asociadas a síndrome de inmunodeficiencia humana (SIDA), siendo las principales causas de muerte tuberculosis pulmonar y extrapulmonar, encefalitis por Toxoplasma gondii e histoplasmosis diseminada.
En Ecuador se contagian de VIH un promedio de 10 personas diariamente, hoy en día la esperanza de vida de las personas que viven con VIH, una vez contraída la enfermedad, depende en gran medida del inicio oportuno y continuo del tratamiento antirretroviral y su adherencia al tratamiento.
Los nuevos casos de VIH/sida, notificados en el país por provincia de residencia en el año 2020 son 3.823, el 83.32% (3.185) de los casos se concentran en 9 de 24 provincias del País. La provincia del Guayas presenta la mayor cantidad de casos nuevos, con el 31.68%, seguido por Pichincha con 16.51%, Manabí con 5.99%, Santo Domingo con 5.86%, El Oro con 5.75%, Los Ríos con el 5.34%, Azuay con 5.28%, Esmeraldas 3.77% y Tungurahua con el 3.14%.
Llama la atención el aumento de casos en las provincias de Santo Domingo, Azuay y Tungurahua, mismas que suman el 14.28% del total de los casos.
Para el año 2020 la población estimada en el Ecuador es de 17´510.634 habitantes, la tasa de incidencia del VIH es de 0.22 por cada 1.000 habitantes, por encima de lo que se platea para América Latina en el año 2019, 0.19 por cada 1.000 habitantes. Los nuevos casos de VIH reportados en el año 2020 en el Ecuador por provincia de nacimiento, reflejan que Santo Domingo de los Tsáchilas y Morona Santiago, son las provincias con mayor incidencia del VIH por cada 1.000 habitantes.
Las personas con el VIH tienen más probabilidades que otras de enfermarse de tuberculosis. A nivel mundial, la tuberculosis es una de las principales causas de muerte en las personas que tienen el VIH. Los casos de coinfección VIH- TB notificados en el año 2020, indican que, de los 3.823 casos notificados con VIH, 522 fueron diagnosticados con tubérculos activa.
El diagnóstico tardío de la infección por el Virus de VIH y el retraso en el inicio del tratamiento, conllevan un aumento del riesgo de progresión a Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y de mortalidad temprana. Desde un punto de vista epidemiológico aumenta la probabilidad de transmisión de la infección debido a la replicación viral no controlada en los pacientes no tratados. El conocimiento precoz de la infección por VIH, realizada por procedimientos serológicos es un aspecto prioritario en salud pública, ya que mejora el pronóstico de la enfermedad, disminuye las probabilidades de trasmisión, aumenta la eficacia del tratamiento antirretroviral y disminuye los costes derivados de éste.
El Ecuador es el quinto país de la región en adoptar la Estrategia Nacional para la eliminación de la transmisión materno-infantil de VIH, sífilis, hepatitis B y enfermedad de Chagas (ETMI Plus).
La trasmisión materno-infantil del VIH, puede ocurrir durante el embarazo, el parto, y/o a través de la lactancia materna, esta trasmisión es evitable, ya que, siguiendo las acciones planteadas en la Estrategia Nacional ETMI Plus, la probabilidad del riesgo de transmisión de VIH de madre a hijo se reduce del 40% al 2%. Se ha demostrado que el factor de riesgo más importante asociado con la transmisión materno-infantil es la carga viral; a mayor carga viral de la gestante, mayor riesgo de transmisión, por lo que, el diagnóstico y la administración de antirretrovirales deben iniciarse lo antes posible.
La tasa de transmisión materno infantil del VIH para el año 2020 fue de 2.8 Las estimaciones realizadas con ONUSIDA a través de la herramienta Spectrum, indican que la prevalencia de VIH en mujeres embarazadas en el Ecuador es del 0,25 %. En el año 2020 se registraron 572 embarazas con VIH, expuestos perinatales 456 niñas/os. para el cierre de ese año en el Ecuador se notificaron 13 casos de VIH en niñas/os hijos de madres VIH positivo, 10 son mujeres y 3 hombres.
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