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Un nuevo problema de salud y genético: los cigarrillos electrónicos

Actualizado: 1 nov 2019






César Paz-y-Miño








Los cigarrillos electrónicos (CE) se inventaron en China el 2004. Tienen forma de cigarrillo convencional o cajas que contienen una solución de sustancias y aromatizantes, que al ser calentados por una batería incorporada las convierten en vapor que es inhalado, de ahí el nombre de vapeadores y el verbo vapear. Los CE contienen muchas sustancias entre ellas el propilenglicol (70%), glicerina vegetal (20%), nicotina entre 0 a 54 mg, sabores y aromas.

Existe una problemática real frente al uso de CE y su influencia en la salud y los genes. El asunto se volvió conflictivo al momento que la Organización Mundial de la Salud el 2014 aseveró que la evidencia acumulada muestra que el vapor que se libera no es tan inocuo como se ha informado y diseminado en la sociedad. Este argumento ha sido confirmado y relanzado por la OMS el 26 de julio de 2019.

Los productores de los líquidos a vapear, argumentan que son inocuos para la salud y que existen fabricantes clandestinos y sin control que son los que dañan el mercado y afectan la salud. Los usuarios dicen que desde que vapean han bajado el consumo del tabaco tradicional y que no tiene queja alguna; pero las asociaciones de padres de familia y organizaciones pro salud pública y ambiental, advierten que el vapeo se ha incrementado en jóvenes, con sus consecuencias asociadas (preámbulo al tabaquismo, adicción por la nicotina, gastos, etc.) y que existe mucha evidencia del daño a la salud, tanto de vapeadores activos como pasivos.

Como existen dos visiones los estudios disponibles sobre este tema son los que deberían orientar la respuesta adecuada y la política pública. El mundo cuenta con unos 367 mil vapeadores, frente a 1.100 millones de fumadores convencionales, 1.400 llamadas de emergencia por intoxicaciones en Estados Unidos.

La OMS sostiene que el vapor inspirado, contiene menos toxinas que el cigarrillo por combustión, pero representa de todos modos, riesgo para la salud. "Contienen aerosol y nicotina. Y ese aerosol contiene metales, diacetil (saborizante). Se sabe que estos elementos son dañinos para el corazón, para los pulmones y se está investigando cuáles son los efectos a largo plazo, si pueden incluso causar cáncer, aunque esto no está muy bien establecido”.

Frente a esta problemática en el Centro de Investigación Genética y Genómica de la Universidad UTE, nos propusimos evaluar la información disponible sobre el posible daño a la salud y a los genes de los cigarrillos electrónicos. Dentro de nuestra tradicional línea de investigación los tóxicos de los genes, evaluamos en primer término todas las bases de datos bibliográficos científicos que plantean la relación CE con salud y genes. Seleccionamos solo aquellos artículos científicos que no tenían conflicto de interés, es decir investigaciones o investigadores financiados por empresas manufactureras de cigarrillos o vapeadores.

Los datos disponibles indican que los CE tienen 234 compuestos, 57 de éstos solo contienen los CE, 27 comparten con los cigarrillos convencionales. Entre los componentes vinculados a la salud y cambios genéticos tenemos: glicol, metales, partículas, nitrosaminas, compuestos orgánicos aromáticos, hidrocarburos y fenol entre otros, con un añadido más, que en nuestro trabajo hallamos sustancias potencialmente cancerígenas asociadas a los líquidos utilizados.

Los riesgos para la salud específicos que encontramos en los vapeadores son la irritación de ojos, piel y pulmones. Adicionalmente existe riesgo de problemas cardiovasculares, neurológicos y cancerígenos. Existen 11% de productos químicos de los CE que no existe información de su efecto sobre la salud y los genes, por ejemplo, la etil vanilina que se sospecha ser tóxica.

Desde el punto de vista celular, se ha encontrado que los vapeadores tienen menor número de divisiones celulares, sus cromosomas presentan aumento de roturas, aparecimiento de micronúcleos y otras alteraciones de la estructura de los cromosomas. Lo que lleva a plantear que los componentes de los CE son tóxicos para los cromosomas y por ende los genes de las personas expuestas.

Al hacer una comparación de efecto de los cigarrillos convencionales frente a los electrónicos, es verdad que los de vapeo producen menos efectos en la salud y los genes que los convencionales, pero el daño existe en ambos grupos. Se conoce que los CE producen más adicción que los convencionales y que en muchos casos los consumidores mezclan los dos tipos de cigarrillos, incrementando los riesgos genéticos y de salud.

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