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PREDIABETES

Actualizado: 1 nov 2021




Dr. Byron Cifuentes Alvear

MEDICO ESPECIALISTA EN ENDOCRINOLOGIA Y NUTRICION (CON FORMACION ACADEMICA EN SERVICIOS)





Se habla de prediabetes, cuando los niveles de azúcar o glucosa en la sangre, están sobre las cifras normales, pero no lo suficientemente elevadas para considerar una diabetes Mellitus.


La presencia de prediabetes duplica la presentación de la DM2. Para el año 2025 se espera superar en el mundo los 400 millones de prediabéticos, más de 50 millones en Latinoamérica.


Actualmente existe suficiente evidencia que la detección e intervención oportunas durante la etapa de prediabetes son muy importantes para intentar evitar, o al menos retardar, la progresión a diabetes y consecuentemente la presentación de enfermedad cardiovascular y micro vascular relacionada.


La ADA (American Diabetes Asociación), AACE (American Asociation of Clinical Endocrinologist) y la OMS, han establecido a la prediabetes como como entidad nosológica al existir suficientes pruebas epidemiológicas de que su definición representa un estadio temprano de la diabetes, por ser muy prevalente, potencialmente prevenible, por haberse identificado un grupo de factores de riesgo muy bien definidos y por existir la posibilidad de reducir la morbilidad y la mortalidad relacionadas, mediante intervenciones sobre estos factores.


La Prediabetes como problema epidemiológico.


Con el crecimiento de la población, la modificación en los estilos de vida y otros factores de riesgo, enfermedades como la DM2 y los eventos cardiovasculares se han incrementado en forma paralela y alarmante, ambas entidades pueden presentarse en forma independiente o estar interrelacionadas.


Actualmente se considera a la DM2 como un problema de Salud Pública dada su alta prevalencia y su incremento acelerado en los últimos 20 años; la OMS ha señalado que este incremento, en países de América Latina puede ser hasta del 160% en los próximos 25 años.


De ahí la importancia de identificar a la DM2 en etapa asintomática (debido a que la hiperglucemia es el factor determinante de las complicaciones microvasculares y un marcador de riesgo de complicaciones macrovasculares), por lo que se han desarrollado estrategias de detección temprana con procedimientos diagnósticos económicos, sencillos y sensibles, con la finalidad de tomar medidas de prevención oportuna.


En el NANHES III se encontró que el 22.6% de adultos de 45 a 74 años con sobrepeso, tienen prediabetes. De ellos, el 51.2% tenían solo Tolerancia a la Glucosa Alterada (TGA), el 23.5% Glucosa en Ayuno Alterada (GAA) y el 25.2% GAA y TGA combinada.


Factores de riesgo


Hay que tomar en cuenta que por lo general no es posible darse cuenta de que se padece de prediabetes porque generalmente esta no tiene síntomas. La única manera de saberlo es por medio de un examen de sangre.


Los factores de riesgo para la prediabetes son los mismos que para la diabetes tipo 2:

  • Sobrepeso y obesidad.

  • Edad mayor de 45 años antagonistas SGLT-2

  • Una prueba de diabetes previa que muestre riesgo de diabetes

  • Antecedentes familiares de diabetes en primer grado de consanguinidad: padres, hermanos o hijos.

  • Un estilo de vida inactivo y falta de ejercicio regular

  • Antecedentes étnicos afroamericanos, hispano/latinoamericanos, nativo americanos y nativos de Alaska, asiáticos americanos o de las islas del Pacífico

  • Presión arterial alta (140/90 mm Hg o superior)

  • Colesterol total elevado y/o colesterol LDL bajo o nivel alto de triglicéridos

  • Historial de enfermedades cardíacas

  • Historial de diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional) o hijos macrosómicos (mayor a 3.8 Kg.)

  • Afecciones médicas relacionadas con la resistencia a la insulina (síndrome de ovario poliquístico, acantosis nigricans, obesidad severa)


Diagnóstico de prediabetes


Recordemos que para diagnosticar la diabetes se recurre a tres tipos de análisis para detectar el nivel de azúcar en sangre, aunque desde 2010 también se recurre al valor de la hemoglobina glucosilada.


  • Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas por debajo de 100 miligramos por decilitro (mg/dl) (5,6 milimoles por litro [mmol/l]) se considera normal.

  • Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas entre 100 y 125 mg/dL (5,6 a 7,0 mmol/L) se considera prediabetes. Este resultado se denomina a veces glucosa en ayunas alterada.

  • Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas de 126 mg/dL (7,0 mmol/L) o superior indica diabetes tipo 2.

  • 2 determinaciones en días distintos con cualquiera de los 3 criterios anteriores permiten establecer el diagnóstico


Hemoglobina glucosilada (HbA1c)


La prueba de hemoglobina glicosilada mide el porcentaje de proteínas hemoglobina en la sangre que están cubiertas por azúcar (glicosilada). Las proteínas hemoglobina en los glóbulos rojos transportan el oxígeno.

Un nivel de A1C por debajo del 5,7 % se considera normal

Un nivel de A1C entre el 5,7 % y el 6,4 % se considera prediabetes

Un nivel de A1C de 6,5 % o más alto en dos pruebas separadas indica diabetes tipo 2



No se recomienda su utilización como método único que sustituya a las determinaciones de la glucemia en población adulta en nuestros países, como tampoco para diagnóstico en mujeres embarazadas y en población infantil.


Los niños y el análisis de prediabetes


Como sabemos, la diabetes tipo 2 se está volviendo más común en niños y adolescentes, probablemente debido al aumento de la obesidad infantil. La ADA recomienda realizar pruebas de prediabetes a los niños con sobrepeso u obesidad que tienen uno o más factores de riesgo para la diabetes tipo 2.


Los rangos de los niveles de glucosa sanguínea considerados normales en prediabéticos y diabéticos son los mismos para los niños y los adultos.


Tratamiento


La elección de un estilo de vida saludable puede ayudar a que el nivel de glucosa sanguínea regrese a la normalidad, o al menos evitar que suba hacia los niveles que se observan en la diabetes tipo 2.


Para evitar que la prediabetes progrese a la diabetes tipo 2, es necesario intentar:

Bajar el exceso de peso. El perder solo entre el 5 % y el 7 % del peso corporal para mantener el peso en un rango saludable. Cambios que deben ser permanentes tanto en unos hábitos de alimentación saludable como acompañados de ejercicio físico regular.

Comer alimentos saludables. Elegir alimentos con bajo contenido de calorías y con alto contenido de fibra. Concentrarse en las frutas, los vegetales y los cereales integrales. Comer una variedad de alimentos que ayuden a alcanzar los objetivos sin comprometer el sabor o la nutrición.

Ser más activo. Realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica vigorosa por semana.


Farmacoterapia. - La utilización de fármacos se debe reservar para individuos que, a pesar de tener una intervención estructurada para obtener cambios en el estilo de vida, persistan especialmente la intolerancia a la glucosa y el sobrepeso. Los siguientes medicamentos han demostrado su utilidad en reducir la incidencia de diabetes tipo 2 en personas con intolerancia a la glucosa: Metformina, acarbosa, orlistat, rosiglitazona, agonistas GLP-1, inhibidores de la DDPIV, y antagonistas SGLT-2.


Se aconseja que se prefiera a la metformina como la primera opción al considerar terapia farmacológica, por ser segura, bien tolerada y económica, ha resultado muy interesante la utilización de terapia dual con metformina como base, combinada con los inhibidores de la DDPIV (vildacliptina, linagliptina, sitagliptina), y mas recientemente combinada a antagonistas de SGLT-2 (empagliflozina, dapagliflozina).


También se debe considerar la utilización de medicamentos para controlar la dislipidemia y la presión arterial alta.

Por lo general, no se recomienda el uso de medicamentos en los niños.


Conclusiones


La prediabetes afecta a un porcentaje muy elevado de la población y se asocia con un riesgo incrementado de desarrollar DM2 y riesgo micro y macro vascular asociado.


Actualmente es posible retroceder de un estado prediabético a valores normales de glucosa en sangre. La detección y tratamiento precoz con cambios en los estilos de vida puede prevenir la aparición de DM2 y es una intervención coste-efectiva. Finalmente, en situaciones de riesgo muy elevado (IMC ≥ 35 kg/m2 y edad < 60 años) podría ser útil el tratamiento farmacológico coadyuvante.
















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