Nueva vacuna bloquea el Plasmodium falciparum
- Noticiero Medico

 - 30 sept
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Las vacunas contra la malaria que se dirigen al desarrollo de parásitos en mosquitos ofrecen una estrategia para bloquear la transmisión de enfermedades y apoyar el control, la eliminación y la erradicación.

Una nueva vacuna contra la malaria mostró resultados alentadores en un estudio de fase 1 realizado en Bamako, Malí, África Occidental, una región donde la malaria sigue siendo una amenaza para la salud pública durante todo el año.
Publicado en NEJM Evidence,1 este estudio evaluó una vacuna diseñada para bloquear la transmisión de la malaria al dirigirse a la proteína Pfs230D1, una molécula que se expresa más tarde en el ciclo de vida del parásito.
Sara A. Healy, MD, MPH, investigadora clínica consultora en el Laboratorio de Inmunología y Vacunología de la Malaria del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, Bethesda, Maryland, dirigió el ensayo en tres aldeas cerca de Bamako.
Los científicos investigaron si la vacuna podría evitar que el Plasmodium falciparum pasara de los humanos a los mosquitos, lo cual es un paso crítico para interrumpir la cadena epidémica.
Los hallazgos del ensayo destacan la promesa de las vacunas que bloquean la transmisión como complemento de las estrategias existentes de control de la malaria, incluido el control de mosquitos, la terapia basada en artemisinina y los mosquiteros tratados con insecticida.
Las campañas de vacunación han cobrado cada vez más importancia desde 2022, con dos vacunas contra la malaria, RTS, S y R21, que se están desplegando en África subsahariana.
Tanto la vacuna R21 como la RTS,S se dirigen a la proteína circumsporozoíto, una proteína de superficie clave en los esporozoítos de Plasmodium, evitando así que el parásito ingrese al hígado. Estas vacunas solo están indicadas para niños.
A diferencia de las vacunas existentes, la vacuna Pfs230D1 está diseñada para detener la transmisión de humanos infectados a mosquitos.
En un estudio de fase 1, la vacuna fue bien tolerada, con efectos secundarios en su mayoría de leves a moderados, como dolor en el lugar de la inyección, fiebre y dolores de cabeza.
Se probaron dos regímenes de dosificación: un esquema de dosis alta de cuatro dosis (40 μg cada una a los 0, 1, 6 y 18 meses) y un esquema de dosis dividida con una tercera dosis reducida. Ambos indujeron respuestas inmunes robustas, predominantemente con anticuerpos de inmunoglobulina G1.
Los investigadores utilizaron primero un ensayo estándar de alimentación por membrana, exponiendo a los mosquitos a parásitos incubados con suero de participantes vacunados. El suero exhibió actividad inhibitoria que se correlacionó con los niveles de anticuerpos.
En un segundo experimento, la alimentación directa con la piel, los mosquitos se alimentaron directamente de los participantes, algunos de los cuales contrajeron malaria debido a la alta prevalencia de la enfermedad en la región durante el estudio.
En el criterio de valoración primario, 6 semanas después de la tercera dosis, la reducción de la transmisión no fue significativa.
Sin embargo, la cuarta dosis resultó transformadora y, en el segundo año, se asoció con una reducción del 90,6% en la transmisión de P falciparum de humano a mosquito.
Según los investigadores,1 los estudios de modelado sugieren que la administración masiva de una vacuna combinada dirigida tanto a la proteína circumsporozoíto como a los antígenos bloqueadores de la transmisión tendría un mayor impacto que cualquiera de las vacunas por separado. Esta estrategia combinada reduce la transmisión del parásito a través de la inmunidad colectiva, lo que permite el control de la enfermedad en áreas con altas tasas de transmisión y facilita su eliminación en áreas con bajas tasas de transmisión.
Después de décadas de progreso, los casos de malaria están aumentando nuevamente, impulsados por la resistencia emergente a parásitos y mosquitos, el cambio climático y las posibles reducciones en los fondos globales.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, con sede en Washington, DC, es el principal financista mundial en la lucha contra tres grandes pandemias: VIH/SIDA, tuberculosis y malaria.
Estos hallazgos destacan una nueva estrategia prometedora en la lucha en curso contra la malaria: combinar las vacunas que bloquean la transmisión con las intervenciones existentes puede proporcionar una herramienta poderosa para reducir la carga global de esta enfermedad persistente.
Referencia
Healy SA, Sagara I, Assadou MH, Katile A, Kone M, Imeru A, Kwan JL, Swihart BJ, Fintzi J, Potter GE, Zeguimé A, Dolo A, Diarra B, Narum DL, Rausch KM, MacDonald NJ, Zhu D, Mohan R, Thera I, Morrison RD, Zaidi I, Doritchamou JYA, Sylla D, Hume JCC, Coulibaly MB, Morelle D, Lievens M, Doumbo OK, Duffy PE; Equipo de vacunas Pfs230D1. Una vacuna para bloquear la transmisión de Plasmodium falciparum. NEJM Evid. Julio de 2025; 4(7): EVIDoa2400188. doi: 10.1056/EVIDoa2400188. Epub 24 de junio de 2025. PMID: 40552966.






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