Las células T de memoria, inducidas por patógenos previos, pueden determinar la susceptibilidad y la gravedad clínica de infecciones posteriores. Poco se sabe sobre la presencia de células T de memoria preexistentes en humanos con el potencial de reconocer el SARS-CoV-2.
Según un estudio realizado por científicos de la Facultad de Medicina de Duke-NUS, en colaboración con la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS), el Hospital General de Singapur (SGH) y el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas (NCID), publicado en la revista Nature, han descubierto inmunidad de células T específicas de SARS-CoV-2, en pacientes recuperados de COVID-19 y SARS, y en individuos no infectados.
Estos hallazgos sugieren que la infección y la exposición a coronavirus inducen células T de memoria de larga duración, lo que podría ayudar en el manejo de la pandemia actual y en el desarrollo de vacunas contra COVID-19.
Los investigadores evaluaron a sujetos que se recuperaron de COVID-19, en los cuales se descubrió la presencia de células T específicas de SARS-CoV-2, lo que sugiere que las células T juegan un papel importante en esta infección.
Anteriormente los científicos demostraron que los pacientes que se recuperaron del SARS hace 17 años después del brote de 2003, todavía poseen células T de memoria específicas de virus y mostraron inmunidad cruzada al SARS-CoV-2, estos resultados ayudaron a comprender los mecanismos para una inmunidad duradera contra virus similares al SARS y sus implicaciones y para desarrollar mejores vacunas contra COVID-19 y virus relacionados, indicaron.
También evaluaron a individuos sanos no infectados y encontraron células T específicas de SARS-CoV-2 en más del 50 por ciento de ellos. Esto podría deberse a la inmunidad de reacción cruzada obtenida de la exposición a otros coronavirus, como los que causan el resfriado común o coronavirus animales actualmente desconocidos, lo que podría explicar por qué algunas personas pueden controlar mejor la infección.
Simultáneamente han iniciado estudios de seguimiento sobre el COVID -19 a pacientes recuperados, para determinar si su inmunidad, presente en sus células T, persiste durante un período prolongado de tiempo. Esto es muy importante para el desarrollo de la vacuna y para responder a la pregunta sobre la reinfección.
Los investigadores indican que si bien se han realizado muchos estudios sobre el SARS-CoV-2, todavía hay muchas cosas que aún no se entiende sobre el virus. Lo que sí se sabe es que las células T juegan un papel importante en la respuesta inmune contra las infecciones virales y se debería evaluar su papel en la lucha contra el SARS-CoV-2, que ha afectado a muchas personas en todo el mundo. Con suerte, nuestro descubrimiento nos acercará un paso más a la creación de una vacuna eficaz, añadieron.
Los científicos estudiaron las respuestas de las células T a las regiones estructurales (proteína nucleocápsida, NP) y no estructurales (NSP-7 y NSP13 de ORF1) del SARS-CoV-2 en convalecientes de COVID-19 (n = 36). En todos ellos se demostró la presencia de células T CD4 y CD8 que reconocen múltiples regiones de la proteína NP. Demostraron también que los pacientes recuperados de SARS (n = 23) todavía poseen células T de memoria de larga duración reactivas al SARS-NP 17 años después del brote de 2003, que mostraron una fuerte reactividad cruzada al SARS-CoV-2 NP. Sorprendentemente, también detectaron con frecuencia células T específicas de SARS-CoV-2 en individuos sin antecedentes de SARS, COVID-19 o contacto con pacientes con SARS/COVID-19 (n = 37). Las células T de SARS-CoV-2 en donantes no infectados exhibieron un patrón diferente de inmunodominancia, con frecuencia dirigido a las proteínas codificadas por ORF-1 NSP7 y 13, así como a la proteína estructural NP.
La caracterización del epítopo de células T específicas de NSP7 mostró el reconocimiento de fragmentos de proteínas con baja homología con coronavirus humanos de "resfriado común" pero conservados entre los betacoranavirus animales. Por lo tanto, la infección con betacoronavirus induce inmunidad multiespecífica y de larga duración de las células T a la proteína estructural NP. Comprender cómo las células T preexistentes a NP y ORF-1 presentes en la población general impactan en la susceptibilidad y la patogénesis de la infección por SARS-CoV-2 es de suma importancia para el manejo de la pandemia actual de COVID-19.
El equipo llevará a cabo un estudio más amplio de sujetos expuestos y no infectados para examinar si las células T pueden proteger contra la infección por COVID-19 o alterar el curso de la infección. También explorarán el uso terapéutico potencial de las células T específicas de SARS-CoV-2.
Referencia
Le Bert, N., Tan, A.T., Kunasegaran, K. et al. Fuente: Nature DOI https://doi.org/10.1038/s41586-020-2550-z SARS-CoV-2-specific T cell immunity in cases of COVID-19 and SARS, and uninfected controls
Comentarios