Se estima que el 16% de la población mundial sufre de estreñimiento. El problema es más común en los adultos mayores, debido a factores relacionados con la edad, como la falta de fibra dietética y ejercicio y el uso de medicamentos para el estreñimiento para tratar otras afecciones médicas.
El estreñimiento crónico, definido como tener evacuaciones intestinales cada 3 días o más, se ha asociado con problemas de salud a largo plazo, como inflamación, desequilibrios hormonales, ansiedad y depresión. Sin embargo, pocos estudios han investigado las variaciones en la motilidad intestinal y la función cognitiva.
El estreñimiento crónico puede estar asociado con un empeoramiento de la función cognitiva, según muestran nuevos datos de tres estudios de cohortes prospectivos con más de 100,000 adultos, llevados adelante por investigadores Hospital Brigham and Women's, la Escuela de Medicina de Harvard y la Universidad de Massachusetts Amherst.
En comparación con las personas que tienen una evacuación intestinal una vez al día, los adultos con estreñimiento que tienen una evacuación intestinal cada 3 días o más tuvieron una cognición significativamente peor que fue proporcional a 3 años adicionales de envejecimiento cognitivo cronológico. Los síntomas de la función intestinal anormal, especialmente el estreñimiento, en personas mayores, pueden sugerir un mayor riesgo de deterioro cognitivo en el futuro.
Los hallazgos se presentaron en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) 2023.
Según los investigadores, el estudio proporciona la primera evidencia de su tipo que examinó un amplio espectro de frecuencia de movimiento intestinal, especialmente un análisis del extremo más frecuente, en relación con la función cognitiva. El análisis incluyó datos de 112,753 mujeres y hombres del Estudio de Salud de Enfermeras (de 30 a 55 años), el Estudio de Salud de Enfermeras II (de 25 a 42 años) y el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud (de 40 a 75 años).
Los datos sobre la frecuencia de movimiento intestinal de los participantes se recopilaron entre 2012 y 2013, y las autoevaluaciones de la función cognitiva se obtuvieron de 2014 a 2017. Un subgrupo de 12.696 participantes completó una batería de pruebas neuropsicológicas estándar para la evaluación cognitiva objetiva entre 2014 y 2018.
Los resultados muestran que la frecuencia del movimiento intestinal se asoció con la función cognitiva objetiva general y el aprendizaje y la memoria de trabajo de una manera dosis-respuesta inversa en forma de J (tanto P para no linealidad < .05).
En comparación con los adultos que tenían una evacuación intestinal diaria, aquellos que solo tenían una evacuación intestinal cada 3 o más días tenían una cognición significativamente peor, equivalente a 3 años de envejecimiento adicional (IC 95%, 1.2 – 4.7).
Los investigadores también observaron relaciones dosis-respuesta similares en forma de J de la frecuencia del movimiento intestinal con las probabilidades de deterioro cognitivo subjetivo y la probabilidad de tener quejas cognitivas más subjetivas con el tiempo.
En comparación con las deposiciones una vez al día, tener evacuaciones intestinales cada 3 o más días se asoció con una mayor probabilidad de deterioro cognitivo subjetivo (odds ratio, 1.73; IC 95%, 1.60 – 1.86).
Estas relaciones fueron generalmente consistentes entre las tres cohortes y subgrupos.
Estos resultados enfatizan la importancia de que los médicos discutan la salud intestinal, especialmente el estreñimiento, con sus pacientes mayores. Las intervenciones para prevenir el estreñimiento y mejorar la salud intestinal incluyen la adopción de dietas saludables enriquecidas con alimentos ricos en fibra y polifenoles, como frutas, verduras y granos integrales; tomar suplementos de fibra; beber mucha agua todos los días; y tener actividad física regular.
Los investigadores también exploraron el papel del microbioma intestinal en la asociación entre la frecuencia del movimiento intestinal y la función cognitiva en un subgrupo de 515 mujeres y hombres. Encontraron que la frecuencia del movimiento intestinal y la cognición subjetiva se asociaron significativamente con la variación general del microbioma intestinal (tanto P < .005) como especies microbianas específicas.
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