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Tratamiento para las alergias alimentarias


Las alergias alimentarias son comunes y se asocian con una morbilidad importante. El único tratamiento aprobado es la inmunoterapia oral para la alergia al cacahuete.

 

El omalizumab, un anticuerpo monoclonal anti-IgE, recientemente aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) como monoterapia para el tratamiento de alergias alimentarias, puede brindar tranquilidad a estos pacientes y sus familias al reducir el riesgo de reacciones alérgicas peligrosas a la exposición accidental.

 

Si bien el medicamento no cura las alergias alimentarias, un ensayo de fase 3 controlado con placebo,¹ encontró que después de 16 semanas de tratamiento, dos tercios de los participantes pudieron tolerar al menos 600 mg de proteína de maní, equivalente a aproximadamente 2.5 cacahuetes, sin experimentar reacciones moderadas a graves. Un ensayo de extensión abierto, también encontró que el anticuerpo monoclonal redujo la probabilidad de reacciones graves a los huevos en un 67%, a la leche en un 66% y a los anacardos en un 42%.

 

El tratamiento está aprobado para niños a partir de 1 año de edad y es el único tratamiento aprobado para múltiples alergias alimentarias. No trata la anafilaxia ni otras situaciones de emergencia.

 

Según el Dr. Brian Vickery, jefe de alergias e inmunología y director del Centro de Alergias Alimentarias de Children's Healthcare of Atlanta, el 8% de los niños y el 10% de los adultos en los Estados Unidos tienen una verdadera alergia alimentaria, sin embargo, una proporción significativamente mayor de la población restringe su dieta en función de las intolerancias alimentarias percibidas.

 

Lo más importante para los médicos de familia, antes de recetar el medicamento, será asegurarse de que el diagnóstico sea correcto.

 

Es conocido que las pruebas de alergia en sangre y piel son buenas, pero no perfectas, y pueden ocurrir resultados falsos positivos. Un alergólogo puede realizar pruebas de provocación alimentaria para confirmar el diagnóstico si los resultados no son claros. Incluso, para pacientes con alergias confirmadas mediadas por IgE, hay que seleccionar a los pacientes que son buenos candidatos para la terapia.

 

Los pacientes deben estar dispuestos y ser capaces de comprometerse a recibir inyecciones cada 2-4 semanas. La dosificación depende del peso corporal y de los niveles totales de IgE de cada paciente. Es probable que los pacientes con niveles de IgE > 1850 UI/ml sean descalificados del tratamiento, ya que el ensayo clínico no incluyó pacientes con IgE total por encima de este nivel y se desconoce la dosis adecuada en esos pacientes.

 

Los pacientes deben someterse a un estudio exhaustivo antes de comenzar el tratamiento, ya que el inicio de omalizumab reduciría la reactividad y alteraría el resultado de un diagnóstico de provocación alimentaria oral.

Según los investigadores, dos poblaciones que podrían beneficiarse particularmente de la terapia son los estudiantes universitarios y los niños en edad preescolar, que pueden ser incapaces de evitar por completo los alérgenos debido a un control deficiente de los impulsos y al intercambio de alimentos en entornos grupales.

 

Para los pacientes adecuados, el régimen de tratamiento tiene ventajas significativas sobre el tratamiento de inmunoterapia oral (OIT), incluido el hecho de que no es un medicamento diario y tiene el potencial de tratar el asma alérgica al mismo tiempo.

 

La mayor ventaja del omalizumab es que puede tratar todas las alergias alimentarias, ya sea que tenga una o muchas, y hacerlo todo en un solo medicamento.

 

El omalizumab conlleva riesgos que tanto los proveedores de atención primaria como los pacientes deben tener en cuenta. El primero de ellos es que el medicamento lleva una advertencia de "recuadro negro" sobre un mayor riesgo de anafilaxia.

 

Aunque los pacientes con múltiples alergias alimentarias por lo general ya tienen recetas de epinefrina, los médicos de atención primaria que consideren ofrecer omalizumab deben sentirse cómodos tratando las reacciones sistémicas graves y deben ser capaces de monitorizar las dosis tras la dosis.

 

La anafilaxia puede ocurrir después de la primera dosis o puede retrasarse. El medicamento ha estado disponible desde 2003 como tratamiento para el asma alérgica y la urticaria. Además de la advertencia de anafilaxia, las reacciones comunes incluyen dolor en las articulaciones y reacciones en el lugar de la inyección. También aumenta el riesgo de infección parasitaria, algunos estudios muestran un aumento en el riesgo de cáncer.

 

Los autores indican que los pacientes deben comprender que, aunque el omalizumab ofrece protección contra la exposición accidental y puede mejorar significativamente la calidad de vida, no les permitirá dejar sus dietas para evitar los alérgenos.

 

Además, mantener la protección requiere recibir inyecciones cada 2-4 semanas de por vida. Uno de los principales problemas son los costos que podrían alcanzar miles de dólares cada mes.

 

Referencia

 

  1. Robert A. Wood, M.D., Alkis Togias, M.D., Scott H. Sicherer, M.D., Wayne G. Shreffler, M.D., Ph.D., Edwin H. Kim, M.D., Stacie M. Jones, M.D., Donald Y.M. Leung, M.D, et al. Omalizumab para el tratamiento de múltiples alergias alimentarias. N Engl J Med 2024; 390:889-899. DOI: 10.1056/NEJMoa2312382

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