Como es conocido, la principal hormona secretada por la glándula tiroides es la tiroxina, también conocida como T4 porque contiene cuatro átomos de yodo. Para ejercer sus efectos, la T4 se convierte en triiodotironina (T3), eliminando un átomo de yodo. Esto ocurre principalmente en el hígado y en ciertos tejidos como el cerebro donde actúa la T3. La cantidad de T4 producida por la glándula tiroides es regulada por otra hormona que se secreta en la glándula hipófisis, la TSH u hormona estimulante de la tiroides. La cantidad de TSH que la glándula hipófisis envía al torrente sanguíneo, depende de la cantidad de T4 en sangre. Si la T4 es baja produce más TSH para indicarle a la glándula tiroides que debe producir más T4. Una vez que la T4 en la sangre sube por encima de cierto nivel, se suspende la producción de TSH por parte de la hipófisis, todo esto mediante un mecanismo de retroalimentación negativa.
La T4 y T3 circulan casi completamente unidas a proteínas de transporte específicas, existen algunas situaciones en las cuales el nivel de estas proteínas en la sangre puede cambiar, lo cual producirá también cambios en los niveles de T4 y T3 (esto sucede con frecuencia durante el embarazo, en mujeres que toman píldoras anticonceptivas, etc.)
Otra medición que se hace para evaluar la fisiología tiroidea de los pacientes es la T4 libre, la misma que evita cualquier cambio que pudiera haber en las proteínas, lo cual nos da un valor más exacto del nivel de T4.
Pruebas de Laboratorio
Las pruebas sanguíneas para medir la TSH, T4, T3 y T4 libre están fácilmente disponibles y son usadas ampliamente.
TSH
La mejor manera de evaluar inicialmente la función tiroidea es medir el nivel de TSH en sangre. Un nivel de TSH elevado indica que la glándula tiroides está fallando debido a un problema que afecta directamente a la glándula (hipotiroidismo primario). La situación opuesta, en la cual el nivel de TSH está bajo, generalmente indica que la persona tiene una glándula hiperactiva que está produciendo demasiada hormona tiroidea (hipertiroidismo). Ocasionalmente, una TSH baja puede ser el resultado de una anormalidad en la glándula hipófisis, que previene que esta produzca suficiente TSH para estimular a la tiroides (Hipotiroidismo secundario).
T4
La T4 circula en la sangre de dos maneras:
T4 unida a proteínas, lo que previene que la T4 entre en los tejidos que necesitan hormona tiroidea
T4 libre, la cual entra a los tejidos apropiados para ejercer sus funciones. La fracción de T4 libre es la más importante para determinar cómo está funcionando la tiroides, y las pruebas que miden esta fracción se llaman T4 libre (FT4) y el Índice de T4 libre (FT4I o FTI). Las personas con hipertiroidismo tendrán FT4 o FTI elevados, mientras que los pacientes con hipotiroidismo tendrán un nivel bajo de FT4 o FTI.
La combinación de la TSH y la FT4 o FTI ayuda a determinar en forma exacta como está funcionando la glándula tiroides.
El hallazgo de una TSH alta y FT4 o FTI baja indica hipotiroidismo primario debido a enfermedad de la glándula tiroides. Una TSH baja combinada con FT4 or FTI bajas indica hipotiroidismo debido a un problema que afecta la glándula hipófisis. Una TSH baja y FT4 o FTI elevada se encuentra en personas con hipertiroidismo.
T3
Las pruebas de T3 suelen ser útiles para diagnosticar hipertiroidismo o para determinar la severidad del hipertiroidismo. Los pacientes hipertiroideos tendrán niveles elevados de T3. En algunos individuos con TSH baja, sólo la T3 está elevada, y la T4 libre o FTI estarán normales. La prueba de T3 rara vez es útil en pacientes con hipotiroidismo, ya que esta es la última prueba en alterarse. Los pacientes pueden tener hipotiroidismo severo con niveles de TSH elevados y FT4 o FTI bajos, pero tener niveles de T3 en rango normal. En algunas situaciones, como puede ser durante el embarazo o cuando se está tomando píldoras anticonceptivas, pueden existir niveles elevados de T4 y T3 totales. Esto es debido a que el estrógeno aumenta el nivel de proteínas de unión. En estas situaciones es mejor solicitar ambos niveles de TSH y de T4 libre (FT4) para evaluación de la tiroides.
ANTICUERPOS CONTRA LA TIROIDES.
El sistema inmune de nuestro organismo normalmente nos protege contra invasores extraños como son las bacterias y los virus, destruyendo estos invasores con anticuerpos, los cuales son producidos por los linfocitos. En muchos pacientes con hipotiroidismo o hipertiroidismo, los linfocitos producen anticuerpos contra su propia tiroides, que estimulan o dañan la glándula. Dos anticuerpos comunes que causan problemas de tiroides están dirigidos contra proteínas de las células tiroideas: La Tiroperoxidasa (TPO) y la tiroglobulina. La medición de los niveles de anticuerpos contra la tiroides puede ayudar a diagnosticar la causa de los problemas de tiroides. Por ejemplo, la presencia de anticuerpos anti- tiroperoxidasa y/o anti-tiroglobulina en un paciente con hipotiroidismo puede ayudar a establecer el diagnóstico de tiroiditis de Hashimoto. Si los anticuerpos son positivos en un paciente hipertiroideo, el diagnóstico más probable es enfermedad autoinmune de la tiroides.
TIROGLOBULINA
La tiroglobulina (Tg) es una proteína producida por las células tiroideas normales y también por las células tiroideas cancerosas. No es una medida de la función tiroidea y no ayuda a diagnosticar cáncer de tiroides cuando la glándula tiroides está todavía presente. Se utiliza con más frecuencia en pacientes que han tenido cirugía para tratar el cáncer de tiroides, con el fin de monitorearlos después del tratamiento. La Tg no es una medida primaria de la función tiroidea.
CAPTACIÓN DE YODO RADIACTIVO
Debido a que la T4 contiene mucho yodo, la glándula tiroides debe extraer una gran cantidad de yodo de la sangre para que la glándula pueda producir la cantidad apropiada de T4. La tiroides ha desarrollado un mecanismo muy activo para lograr esto. Por lo tanto, esta actividad se puede medir administradole a una persona una pequeña cantidad de yodo radiactivo. La radioactividad permite que el médico pueda identificar a donde van las moléculas de yodo. Al medir la cantidad de radioactividad que es captada por la glándula tiroides, (captación de yodo radiactivo, RAIU), se puede determinar si la glándula está funcionando normalmente. Una RAIU muy alta se puede observar en personas cuyas glándulas tiroideas están hiperactivas (Hipertiroidismo), mientras que una RAIU baja se verá en cuando la glándula tiroides está hipoactiva (Hipotiroidismo). Además de la captación de yodo radiactivo, se puede obtener un gamagrama tiroideo el cual muestra una foto de la glándula tiroides.
Fuente: American Thyroid Association
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