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Ciencia ecuatoriana al día






César Paz-y-Miño

Academia Ecuatoriana de Medicina





Ecuador ocupa el lugar 76 en ciencia dentro del ranking mundial de países, entre 242, con 36,5 mil publicaciones científicas indexadas. Si se compara con Cuba en el lugar 68 con 47,1 mil publicaciones, Colombia en el puesto 48 con 150,1 mil publicaciones, Brasil en el puesto 14 con 1,2 millones de publicaciones y con Estados Unidos con 14,4 millones de publicaciones, vemos la magnitud de la desigualdad en el desarrollo científico nacional.


Desarrollo científico significa inversión, infraestructura, investigadores y sobre todo política pública y gubernamental para el desarrollo científico. Por esencia, las universidades son los centros de desarrollo más idóneo para la investigación, aunque no las únicas instituciones, también aportan ONGs, hospitales y sector privado.


Las cifras más actuales de producción científica para Ecuador son del 2021. Representamos el 0,16% de la producción científica mundial, 1,8% de Iberoamérica y el 3,03% de Latinoamérica. En términos generales, bajamos un punto entre el 2020 y el 21, que fue el año que más producción científica nacional hemos tenido en la historia, y nos guste o no, porque existe una ley, el Código Ingenios, que obliga a las universidades a invertir en investigación al menos el 6% de su presupuesto, aunque en la práctica no llegan a eso, pero les obliga a realizar publicaciones para ser acreditadas.


El 69% de publicaciones ecuatoriana tienen colaboración internacional. Este dato podría ser engañoso, ya que muchas investigaciones no se realizan aquí en el país, sino que ciertos investigadores proporcionan datos o muestras de investigación a investigadores o instituciones extranjeras, con serios cuestionamientos éticos por esta práctica. Según un análisis más real, hasta el 40% de publicaciones sobre el Ecuador son realizadas desde fuera del país, incluso sin autores ecuatorianos.


Las áreas de conocimiento con mayor producción de artículos científicos se han mantenido más o menos iguales en los últimos 5 años y para el 2021 a la cabeza está Medicina, seguida de Veterinaria, Ciencias de la Computación, Ingeniería, Agricultura y Ciencias Biológicas, entre otras. El índice de impacto de las publicaciones ecuatorianas está en 197, mientras que Colombia 356, Cuba 200, Brasil 690 y Estados Unidos 2711. El índice de impacto de todas maneras refleja la calidad de la investigación. Pese a que cada vez hay más detractores de éste índice, porque nos encajona en una sola manera de ver la ciencia, y ésta a su vez apunta solo a lo que es más rentable o de moda, practica de todas maneras discriminatoria.


En el ranking mundial de universidades, entre 11998 evaluadas, por ejemplo la primera española tiene el puesto 125, Méjico 143, la brasileña ocupa la posición 250, la primera colombiana 656, la primera universidad ecuatoriana está en el puesto 1476 (USFQ), le sigue la segunda en el puesto 1570 (UDLA), la tercera en el puesto 1736 (EPN), en el 1977 (ESPOL), quinto puesto 2025 en el mundo (ESPE) y así hasta la última en ranking que ocupa el puesto 11242 al menos con 100 publicaciones, ya que se evalúan más de 200 mil universidades, y las 65 consideradas para el Ecuador (estos datos se puede consultar en: https://www.webometrics.info/es/Latin_America_es/Ecuador). Para terminar este análisis y considerando el impacto de la lista de universidades ecuatorianas, cambian las posiciones, la primera es la UDLA, seguida por ESPE, PUCE, ESPOL, USFQ, UASB, EPN, UTPL, UPSE, UC.


Si analizamos por áreas la producción de Medicina para 2021 encontramos que el mayor número de publicaciones tienen las Enfermedades Infecciosas, le siguen Salud Pública y Ocupacional, Neurología, Microbiología, Farmacología, Epidemiología, Cirugía, Salud Mental, y luego una estela de áreas contempladas en la clasificación como Misceláneos, dentro de las cuales se encuentra la Genética Clínica.


Cuando se examina la producción científica ecuatoriana hay que reconocer que hubo un incremento sustancial desde el año 2012 llegando a su pico más alto el 2021, lo que significa un mayor compromiso de las instituciones con la investigación, pero aún no suficiente. Amenazas externas como la intención de desaparecer a la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (SENESCYT) influyen negativamente en el ánimo de los investigadores, pero probablemente no desalientan a las Universidades realmente comprometidas con la investigación, pero es innegable que les afecta en la inversión y producción de conocimientos.


El Ecuador registra 11 mil investigadores, pero las cifras de producción científica no cuadran.


Supondríamos que debe haber mayor número de publicaciones, pese al aumento en el 2021 a 5980, aún hay poca producción y el índice de impacto es bajo tanto de las instituciones como de los investigadores. Sin una política pública de apoyo a la investigación pocos logros veremos.


La visión que tiene el gobierno actual del desarrollo científico y tecnológico apunta a apoyar iniciativas de la empresa privada y asociaciones público privadas, lo que significa apuntar, por desgracia, hacia la ganancia económica directa y productiva, antes que al desarrollo de conocimiento nuevo o patentable y de impacto mundial. Soy muy pesimista sobre el futuro científico nacional; con un desempleo galopante, con profesionales e investigadores formados sin instituciones que les acojan, y sin política de gobierno comprometida con la investigación, el panorama no es muy halagador.

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