La aprobación del agonista del receptor de GLP-1 semaglutida para la regulación del peso en enero de 2023 marcó el comienzo de una nueva era en el tratamiento de la obesidad. Sin embargo, en los últimos meses, las autoridades reguladoras de medicamentos también han documentado efectos secundarios raros, ocasionalmente graves, asociados con el uso de estos agentes en el tratamiento de la diabetes de los que los médicos no necesariamente estaban al tanto.
En un informe de noticias de JAMA, Susan Yanovski, MD, codirectora de la Oficina de Investigación de la Obesidad del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales en Bethesda, Maryland, señaló que cuando millones de personas son tratadas con medicamentos como la semaglutida, se producen efectos secundarios relativamente raros en gran número de individuos. A pesar de la baja incidencia de estos eventos adversos y de la probabilidad de que los beneficios superen estos riesgos en los individuos con obesidad grave, los médicos y los pacientes deben ser conscientes de estos efectos secundarios graves.
Los agonistas del receptor de GLP-1, como la semaglutida o la liraglutida, imitan ciertas hormonas intestinales. Casi todos sus efectos secundarios característicos afectan al tracto gastrointestinal: náuseas, vómitos, estreñimiento y diarrea. Sin embargo, estos no son los efectos secundarios raros y graves que están ganando cada vez más atención.
Un análisis reciente publicado en JAMA muestra que los agonistas del receptor GLP-1 se asocian con un riesgo nueve veces mayor de pancreatitis, en comparación con el bupropión, un medicamento más antiguo para bajar de peso. Los pacientes que recibieron agonistas del receptor de GLP-1 también tuvieron una obstrucción intestinal cuatro veces más frecuente y una gastroparesia más de tres veces más frecuente. Sin embargo, los riesgos absolutos de estas complicaciones fueron inferiores al 1% por año de uso.
No hubo indicios de un mayor riesgo de enfermedades de la vesícula biliar. La pancreatitis aguda y las enfermedades agudas de la vesícula biliar son complicaciones conocidas de los agonistas del receptor GLP-1.
Estos resultados refuerzan que se trata de medicamentos efectivos, y que todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Sin embargo, a pesar de un aumento significativo en el riesgo relativo, el riesgo absoluto sigue siendo muy bajo.
En la primavera de 2023, en algunas revistas científicas aparecieron informes de pacientes que tomaban agonistas del receptor de GLP-1 y vomitaban o aspiraban alimentos durante la anestesia. Fue particularmente notable que algunos de estos pacientes vomitaron cantidades inusualmente grandes de contenido estomacal, a pesar de que no habían comido nada, según las indicaciones del médico antes de la operación.
Los expertos creen que la ralentización del vaciamiento gástrico causada intencionadamente por los agonistas del receptor GLP-1 podría ser responsable de estos problemas.
La Sociedad Americana de Anestesiólogos recomienda que los pacientes no tomen agonistas del receptor GLP-1 el día de la cirugía y suspendan los agentes administrados semanalmente como Wegovy 7 días antes del procedimiento.
En julio, los informes de casos de depresión e ideación suicida llevaron a la Agencia Europea de Medicamentos a investigar unos 150 casos de posibles autolesiones y pensamientos suicidas en pacientes que habían recibido liraglutida o semaglutida. La revisión ahora también incluye otros agonistas del receptor de GLP-1. Los resultados del proceso de revisión se esperan para este mes.
Yanovski anotó que no está claro si estos incidentes son provocados por los fármacos, pero también se han observado pensamientos suicidas y conductas suicidas con otros medicamentos para el tratamiento de la obesidad (p. ej., rimonabant). Sin duda es una buena idea usar estos medicamentos con precaución en los pacientes con antecedentes de tendencias suicidas, y monitorizar a los pacientes en consecuencia.
Es probable que los agonistas del receptor de GLP-1 deban usarse a largo plazo, potencialmente de por vida, para que persistan los efectos sobre el peso corporal. Actualmente se desconoce si hay efectos secundarios y complicaciones que solo se manifiestan con el tiempo, especialmente cuando estos medicamentos se usan para reducir de peso.
Estudios en roedores han sugerido un mayor riesgo de carcinomas medulares de tiroides. El hecho de que exista una señal similar en los seres humanos sólo puede hacerse evidente en muchos años. En los pacientes que han tenido carcinoma medular de tiroides o en la familia, la dulaglutida, la liraglutida, la semaglutida y la tirzepatida, un agonista dual del receptor de GLP-1/GIP, están contraindicadas.
Con agonistas duales como la tirzepatida o incluso agonistas triples como la retatrutida (GLP-1/GIP/glucagón), los pacientes pueden perder significativamente más peso que con el monoagonista semaglutida. Los eventos gastrointestinales también fueron frecuentes en los estudios de agonistas duales.
Las pautas para el uso de estos nuevos medicamentos aún son escasas. Hay directrices clínicas para la terapia de la obesidad, pero todas se escribieron antes de que los agonistas del receptor de GLP-1 salieran al mercado. Las sociedades médicas están trabajando intensamente para desarrollar nuevas directrices que ayuden a los médicos a utilizar estos medicamentos de forma segura y eficaz en la práctica clínica.
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