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Afecciones gastrointestinales pueden predecir el Parkinson

Actualizado: 1 nov 2023


Un estudio llevado adelante por investigadores de la Mayo Clinic Arizona, en Scottsdale, Estados Unidos, señala que la disfagia, la gastroparesia, el estreñimiento y el síndrome del intestino irritable sin diarrea predijeron específicamente la enfermedad de Parkinson


Los investigadores sugieren que la detección temprana de estas afecciones podría ayudar a identificar a los pacientes en riesgo de padecer enfermedad de Parkinson, lo que podría impulsar estrategias preventivas.


Resultados de estudios experimentales previos del mismo equipo liderado por el Dr. Pankaj Jay Pasricha, apoyaban la hipótesis de Braak, que afirma que la enfermedad de Parkinson idiopática se origina en el intestino para un subconjunto de pacientes.¹′ ² Sin embargo, ningún estudio previo había investigado la amplia gama de síntomas y síndromes gastrointestinales que podrían ocurrir antes de un diagnóstico de enfermedad de Parkinson.


Tomando como base su trabajo preclínico, los autores no se sorprendieron al descubrir que ciertos síndromes gastrointestinales estaban específicamente asociados con la enfermedad de Parkinson, incluso en comparación con la enfermedad de Alzheimer y la cerebrovascular. La fuerza de las asociaciones, eran contundentes.


Los expertos saben desde hace mucho tiempo que el estreñimiento es un factor de riesgo potencial para la enfermedad de Parkinson, por lo que este estudio se suma a la lista de afecciones gastrointestinales que potencialmente podrían ser factores de riesgo.


El estudio fue publicado en versión electrónica de agosto en Gut


Para determinar la incidencia de los síndromes gastrointestinales y las intervenciones que preceden a la enfermedad de Parkinson, los investigadores realizaron un estudio combinado de casos y controles y de cohortes utilizando una red nacional de registros médicos con sede en Estados Unidos.


En primer lugar, compararon a 24.624 personas con enfermedad de Parkinson idiopática de nueva aparición con el mismo número de controles negativos pareados, así como a 19.046 personas con enfermedad de Alzheimer y 23.942 con enfermedad cerebrovascular para investigar la presencia de afecciones gastrointestinales preexistentes, a las que los investigadores se refirieron como "exposiciones". En general, la edad promedio fue de unos 70 años y aproximadamente la mitad de los estudiados eran mujeres.


Se investigaron 18 afecciones que abarcan todo el tracto gastrointestinal. Estas incluyeron acalasia, disfagia, enfermedad por reflujo gastroesofágico, gastroparesia, dispepsia funcional, íleo paralítico, diarrea, síndrome del intestino irritable con y sin diarrea, pseudoobstrucción intestinal, incontinencia fecal, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y colitis microscópica, así como apendicectomía y vagotomía.


Todos los síndromes gastrointestinales aumentaron significativamente en el grupo de enfermedad de Parkinson en comparación con los controles negativos (odds ratio [OR] > 1). Sin embargo, solo identificaron que la disfagia preexistente (OR: 3,58); la gastroparesia (OR: 4,64); la dispepsia funcional (OR: 3,39); la pseudoobstrucción intestinal (OR: 3,01); la diarrea (OR: 2,85); el estreñimiento (OR: 3,32); el síndrome del intestino irritable con estreñimiento (OR: 4,11), con diarrea (OR: 4,31) y sin diarrea (OR: 3,53), y la incontinencia fecal (OR: 3,76) produjeron odds ratios numéricamente mayores al límite superior de las exposiciones negativas.


Solo la gastroparesia, la disfagia, el síndrome del intestino irritable con estreñimiento o sin diarrea, y el estreñimiento fueron específicos de enfermedad de Parkinson, en comparación con los grupos de enfermedad de Alzheimer y enfermedad cerebrovascular (OR >1). Sin embargo, después de la corrección por la tasa de descubrimiento falso, la gastroparesia y el estreñimiento no siguieron siendo significativamente diferentes en comparación con los grupos de enfermedad de Alzheimer y enfermedad cerebrovascular.


Otras afecciones gastrointestinales preexistentes no solo se asociaron significativamente con la enfermedad de Parkinson, sino que también mostraron fuertes asociaciones con los grupos de enfermedad de Alzheimer y enfermedad cerebrovascular.


Para validar los análisis de casos y controles, el equipo organizó un estudio de cohorte complementario. Se compararon 18 cohortes (cada una diagnosticada con una de las afecciones gastrointestinales en el análisis de casos y controles) con sus respectivas cohortes de controles negativos para determinar el riesgo potencial de desarrollar enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer o enfermedad cerebrovascular en un plazo de cinco años.


En el análisis de cohorte, la gastroparesia, la disfagia, el síndrome del intestino irritable sin diarrea y el estreñimiento mostraron asociaciones específicas con la enfermedad de Parkinson, frente a los controles negativos, la enfermedad de Alzheimer y las enfermedades cerebrovasculares. Sus relative risks (RR) frente a los controles negativos fueron 2,43, 2,27, 1,17 y 2,38, respectivamente.


La dispepsia funcional, el síndrome del intestino irritable con diarrea, la diarrea y la incontinencia fecal no fueron específicos de la enfermedad de Parkinson, pero el síndrome del intestino irritable con estreñimiento y pseudoobstrucción intestinal mostraron especificidad de la enfermedad de Parkinson tanto en el análisis de casos y controles (OR: 4,11) como en el de cohortes (RR: 1,84).


La apendicectomía disminuyó el riesgo de enfermedad de Parkinson en el análisis de cohorte (RR: 0,48), pero ni la enfermedad inflamatoria intestinal ni la vagotomía se asociaron con la enfermedad de Parkinson.


Este estudio es el primero en establecer evidencia observacional sustancial de que el diagnóstico clínico no solo de estreñimiento sino también de disfagia, gastroparesia y síndrome del intestino irritable sin diarrea podría predecir específicamente el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, mientras que otras exposiciones fueron menos específicas. Sin embargo, los investigadores indicaron que "no hay necesidad de alarmarse". Los médicos deben asegurarles a los pacientes que "el riesgo general de desarrollar enfermedad de Parkinson es bajo. La inmensa mayoría de las personas con estas afecciones gastrointestinales nunca desarrollarán la enfermedad".


Los investigadores realizarán un trabajo experimental sobre los mecanismos biológicos que podrían explicar los hallazgos del presente estudio.


Aunque el estudio fue diseñado para probar la hipótesis de Braak, "el conjunto de datos realmente no puede confirmar o refutar la patología de Braak, lo que solo puede lograrse en comparación con muestras post mortem.


El intenso debate en el campo de la enfermedad de Parkinson que prioriza el cuerpo frente al cerebro puede ser algo artificial, especialmente si se considera que no es una sola enfermedad, se necesitarán datos clínicos, patología y la colaboración de muchos investigadores para resolver el rompecabezas, concluyeron los investigadores.


Referencias


  1. Kim S, Kwon SH, Kam TI, Panicker N, y cols. Transneuronal Propagation of Pathologic α-Synuclein from the Gut to the Brain Models Parkinson's Disease. Neuron. 21 Ago 2019;103(4):627-641.e7. doi: 10.1016/j.neuron.2019.05.035. PMID: 31255487. Fuente

  2. Rietdijk CD, Perez-Pardo P, Garssen J, van Wezel RJ, y cols. Exploring Braak's Hypothesis of Parkinson's Disease. Front Neurol. 13 Feb 2017;8:37. doi: 10.3389/fneur.2017.00037. PMID: 28243222. Fuente

  3. Konings B, Villatoro L, Van den Eynde J, Barahona G, y cols. Gastrointestinal syndromes preceding a diagnosis of Parkinson's disease: testing Braak's hypothesis using a nationwide database for comparison with Alzheimer's disease and cerebrovascular diseases. Gut. 24 Ago 2023:gutjnl-2023-329685. doi: 10.1136/gutjnl-2023-329685. PMID: 37620120. Fuente

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