Los pesticidas son una característica esencial de la agricultura moderna que se suma a la lista de factores que aumentan el riesgo de cáncer.
Los plaguicidas han transformado la agricultura moderna al aumentar el rendimiento de la producción y ayudar a aliviar la inseguridad alimentaria en medio del rápido crecimiento de la población mundial. Sin embargo, desde una perspectiva de salud pública, la exposición a los pesticidas se ha relacionado con numerosos efectos nocivos, incluidos trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson, una función inmunológica debilitada y un mayor riesgo de cáncer.
La exposición a pesticidas se ha asociado con cánceres como el cáncer colorrectal, el cáncer de pulmón, la leucemia (en niños y adultos), el linfoma y el cáncer de páncreas. Pero estos estudios se han centrado principalmente en grupos específicos de individuos con exposición conocida a ciertos pesticidas o tipos de cáncer, lo que ofrece una perspectiva limitada.
Todavía no se ha realizado una evaluación exhaustiva de cómo el uso de plaguicidas afecta el riesgo de cáncer en una población más amplia.
Investigadores del Departamento de Ciencias Biomédicas, Facultad de Medicina Osteopática de la Universidad de Rocky Vista, Englewood, CO, Estados Unidos, llevaron adelante un estudio a nivel poblacional,¹ que tuvo como objetivo abordar esta brecha mediante la evaluación de los riesgos de cáncer en la población de los EE. UU. utilizando un modelo que tiene en cuenta el uso de pesticidas y se ajusta a varios factores. El objetivo era identificar las disparidades regionales en la exposición y contribuir al desarrollo de políticas de salud pública que protegieran a las poblaciones de posibles daños.
Los investigadores desarrollaron un modelo utilizando varias fuentes de datos para estimar el riesgo adicional de cáncer por el uso de pesticidas agrícolas. Los datos clave incluyeron:
datos de uso de pesticidas del Servicio Geológico de EE. UU. en 2019, que cubrieron 69 pesticidas agrícolas en 3143 condados
Utilizaron las tasas de incidencia de cáncer por cada 100,000 personas, que fueron recopiladas entre 2015 y 2019 por los Institutos Nacionales de Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades; Estos datos abarcaron varios tipos de cáncer, como el de vejiga, colorrectal, leucemia, pulmón, linfoma no Hodgkin y cáncer de páncreas, y
covariables, incluida la prevalencia de tabaquismo, el Índice de Vulnerabilidad Social, el uso de la tierra agrícola y la población total de EE. UU. en 2019.
Los patrones de perfil de uso de plaguicidas se desarrollaron utilizando el análisis de clases latentes, un método estadístico utilizado para identificar subgrupos homogéneos dentro de una población heterogénea. Luego, un modelo lineal generalizado estimó cómo estos patrones de uso de pesticidas y las covariables afectaban la incidencia de cáncer.
El modelo destacó las regiones con los riesgos de cáncer "adicionales" más altos y más bajos relacionados con la exposición a pesticidas, calculando el aumento estimado en los casos de cáncer por año que resultó de las variaciones en el uso de pesticidas agrícolas.
Si bien este modelo no establece la causalidad ni evalúa el riesgo individual, revela tendencias regionales en la asociación entre los patrones de uso de pesticidas y la incidencia de cáncer desde una perspectiva poblacional.
El Medio Oeste, conocido por su alta producción de maíz, emergió como la región más afectada por el uso de pesticidas. En comparación con las regiones con el riesgo más bajo, el Medio Oeste enfrentó 154,541 casos adicionales de cáncer al año en todos los tipos. Para los cánceres colorrectal y de páncreas, los aumentos anuales fueron de 20,927 y 3835 casos, respectivamente. Se observaron tendencias similares para la leucemia y el linfoma no Hodgkin.
Los investigadores también estimaron el riesgo adicional de cáncer relacionado con el tabaquismo, utilizando el mismo modelo. Descubrieron que los pesticidas contribuían a un mayor riesgo de cáncer que fumar en varios casos.
La diferencia más significativa se observó con el linfoma no Hodgkin, donde los plaguicidas se relacionaron con un 154,1% más de casos que el tabaquismo. Para todos los cánceres combinados, así como el cáncer de vejiga y la leucemia, los aumentos fueron moderados: 18,7%, 19,3% y 21,0%, respectivamente.
Este resultado pone de manifiesto la importancia de tener en cuenta la exposición a los plaguicidas junto con el tabaquismo a la hora de estudiar los riesgos de cáncer.
Cabe señalar algunas limitaciones de este estudio. Ciertos condados carecían de datos completos y había heterogeneidad en el tamaño y la población de los condados estudiados. La investigación tampoco tuvo en cuenta a los trabajadores estacionales y migrantes, que probablemente estén muy expuestos. Además, los datos utilizados en el estudio no se validaron de forma independiente y no se pudieron utilizar para evaluar el riesgo individual.
El efecto de los plaguicidas en la salud humana es un campo de investigación vasto y crítico, que a menudo se centra en una gama limitada de plaguicidas o cánceres específicos. Este estudio se destaca por adoptar un enfoque más amplio y holístico, con el objetivo de resaltar las desigualdades regionales e identificar plaguicidas menos estudiados que podrían ser prioridades de investigación futuras.
Dado el importante impacto en la salud pública, los autores alentaron a las autoridades a compartir estos hallazgos con las comunidades más vulnerables para crear conciencia.
Referencia
Jacob Gerken, Thomas Vincent, Demi Zapata, Ileana G. Barron, Isaín Zapata. Evaluación integral de los patrones de uso de plaguicidas y el aumento del riesgo de cáncer. Frontiers, Control del Cáncer Soc., 24 de julio de 2024; Volumen 2. https://doi.org/10.3389/fcacs.2024.1368086
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