La apnea obstructiva del sueño es común en pacientes con enfermedades cardiovasculares, pero a menudo no se reconoce y no se trata en la práctica cardiovascular.
"La apnea obstructiva del sueño puede repercutir negativamente en la salud de los pacientes y aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares y muerte. Esta declaración es para recomendar que se tenga más en cuenta, se detecte y se trate adecuadamente la apnea del sueño", afirma una declaración científica de la American Heart Association (AHA),¹ publicada el 21 de junio en la versión electrónica de Circulation.
Según los expertos los pacientes refieren mejor estado de ánimo, menos ronquidos, menos somnolencia durante el día, mejora de la calidad de vida y la productividad en el trabajo tras el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño.
La apnea obstructiva del sueño ocurre en casi 34% de los hombres y 17% de las mujeres de mediana edad, la prevalencia alcanza cifras de hasta 40% a 80% en pacientes con hipertensión, insuficiencia cardiaca, arteriopatía coronaria, hipertensión pulmonar, fibrilación auricular o ictus.
Los signos y síntomas de la apnea obstructiva del sueño consisten en somnolencia diurna excesiva, cefaleas matutinas, alteraciones de la memoria, irritabilidad o cambios en el afecto, problemas para concentrarse, nicturia, disminución de la libido y disfunción eréctil.
Los hallazgos en la exploración física comprenden obesidad, aumento del perímetro del cuello, puntuación de Mallampati de por lo menos 3 y anomalías craneofaciales.
La American Heart Association recomienda la detección sistemática de la apnea obstructiva del sueño en pacientes con hipertensión resistente o mal controlada, hipertensión pulmonar o fibrilación auricular recurrente después de cardioversión o ablación.
En pacientes con insuficiencia cardiaca de clases II a IV de la New York Heart Association (NYHA) y en quienes se sospecha trastorno de la respiración durante el sueño o somnolencia diurna excesiva, es "adecuada" una evaluación formal del sueño, según la American Heart Association.
La evaluación para detectar apnea del sueño debe tenerse en cuenta en pacientes con el síndrome taquibradicárdico o taquicardia ventricular, o en sobrevivientes de muerte cardiaca súbita en quienes la apnea del sueño se sospecha después de una evaluación exhaustiva del sueño. Después de un ictus existe un equilibrio clínico con respecto a la detección y el tratamiento. Pacientes con angina de presentación nocturna, infarto de miocardio, arritmias o electrochoques apropiados de cardioversores-desfibriladores implantados pueden tener más probabilidades de presentar apnea del sueño concomitante.
El tratamiento de la apnea obstructiva del sueño se ha de valorar en todos los pacientes que tengan el trastorno. Este puede incluir modificaciones de la conducta y reducción de peso, si hay indicaciones. En pacientes con apnea obstructiva del sueño grave se ha de ofrecer presión respiratoria positiva continua. Los dispositivos orales pueden considerarse en pacientes con apnea obstructiva del sueño leve a moderada o que no pueden tolerar la presión respiratoria positiva continua.
Se deben efectuar pruebas de sueño de seguimiento para evaluar la eficacia del tratamiento.
Los expertos indicaron que en el futuro se necesitará mejorar las herramientas diagnósticas en el domicilio y más investigación sobre las formas de identificar el riesgo cardiovascular en personas con apnea obstructiva del sueño. Aun así, el mensaje general es claro: se necesita crear más conciencia acerca de la detección sistemática y el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño, sobre todo en pacientes con factores de riesgo cardiovascular existentes.
Referencia
1. Yeghiaghiazarians Y, Jneid H, Tietjens JR, Redline S, y cols. Obstructive Sleep Apnea and Cardiovascular Disease: A Scientific Statement From the American Heart Association. Circulation. 21 Jun 2021;CIR0000000000000988. doi: 10.1161/CIR.0000000000000988. PMID: 34148375. Fuente
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