Aptitud física clave para las prescripciones de ejercicio

En los últimos años los médicos han venido prescribiendo ejercicio como medicina, diciéndoles a sus pacientes con qué frecuencia, cuánto tiempo y qué tan duro trabajar para mejorar la salud.

Un estudio de la Universidad Brigham Young, publicado en el Journal of Applied Physiology, sugiere que los médicos podrían llevar esa iniciativa al siguiente nivel, prescribiendo planes de ejercicio que resulten en un resultado de salud específico; por ejemplo, bajar la presión arterial o perder peso. Los hallazgos de este estudio, y otros, sugieren que los médicos deberían poder prescribir ejercicio de manera más consistente y precisa como la medicina.¹

Estas prescripciones de ejercicio se adaptarían a los pacientes en función de una medida de aptitud física en gran parte ignorada llamada potencia crítica o estado estacionario máximo: lo más rápido que puede ir mientras mantiene un ritmo que puede mantener durante mucho tiempo.

Al elaborar entrenamientos en torno a la potencia crítica en lugar del VO2 máximo (esfuerzo máximo) más utilizado, se podría predecir con mayor precisión los resultados de salud, tal como se lo hace con la medicina.

Es conocido que el ejercicio es parte de la forma de desarrollar una vida sana y larga, pero es solo en los últimos 70 años que hemos reconocido el valor medicinal del ejercicio.

Los médicos y otros proveedores de atención médica enfrentan desafíos para alentar a los pacientes a cambiar su estilo de vida. Los médicos a menudo carecen de orientación sobre lo que es útil y, como resultado, los consejos a menudo son vagos y difíciles de usar para los pacientes, como lo destaca un estudio reciente de Oxford.²

La droga del movimiento es una de las formas más seguras y efectivas de salud preventiva, necesitamos que la comunidad médica se involucre plenamente en la prescripción de ejercicio para sus pacientes, indican los autores. Este estudio sugiere que un enfoque en la energía crítica podría ser clave para que eso suceda.

En el estudio, 22 adultos completaron 8 semanas de entrenamiento de intensidad moderada o entrenamiento de intervalos de alta intensidad, o HIIT. Los niveles de intensidad especificados en ambos planes se basaron en el VO2 máx. Entonces, las personas en el estudio entrenaron en porcentajes dados de su VO2 máximo.

Ambos grupos vieron mejoras en la resistencia, pero los resultados variaron mucho de persona a persona. Esos resultados mixtos podrían explicarse por diferencias individuales en el poder crítico.

La mejora se correlacionó mucho más con el porcentaje de poderes críticos en los que trabajaron los individuos en lugar del porcentaje de su VO2max, como los fisiólogos del ejercicio han pensado durante años. Varios sujetos que no mejoraron su VO2 máximo vieron un aumento en la potencia crítica y la resistencia.

Las personas tienden a centrarse solo en el VO2 máx, muchos podrían ver la falta de aumento en el VO2 máximo y concluir que el entrenamiento fue ineficaz. Se han descartado muchas terapias potencialmente útiles debido a un enfoque casi exclusivo en el VO2 máx.

La potencia crítica varía mucho de persona a persona, incluso entre aquellos con máximos de VO2 similares.

Esto significa que cada uno está estresando su cuerpo de manera diferente, y ese estrés es lo que desencadena mejoras en la condición física y la resistencia.

Por debajo de la potencia crítica, los factores estresantes metabólicos están bien manejados y se mantienen en niveles elevados pero constantes. Por encima de la potencia crítica, los factores estresantes metabólicos se producen tan rápido que no se pueden controlar y se acumulan constantemente hasta alcanzar niveles muy altos que causan fallas. Conocer su poder crítico significa que puede predecir cómo se acumularán esos factores estresantes, y puede adaptar un programa de ejercicios que proporcione la "dosis" de factor estresante adecuada para usted, explicaron los autores.

Esos programas podrían usarse para los pacientes de rehabilitación que se recuperan de un ataque cardiaco o de una enfermedad pulmonar, o podrían ayudar a los adultos mayores a mejorar la resistencia y la función física

Pero primero, los investigadores deben confirmar estos resultados programando entrenamientos basados en el poder crítico de las personas y viendo cuánto mejoran las diferentes medidas.

El poder crítico no es nuevo, pero los fisiólogos del ejercicio y los profesionales médicos lo han ignorado en gran medida porque no es fácil de medir.

Las personas generalmente entrenan fuera del VO2 máximo o la frecuencia cardíaca máxima, que es aún menos precisa.

Encontrar el poder crítico de las personas en el estudio involucró múltiples ensayos cronometrados y calcular la relación entre velocidad / potencia y tiempo.

Pero para una medida aproximada de su poder crítico, podría usar una aplicación que mida la potencia umbral funcional (FTP), la "versión Walmart" de la potencia crítica. "No es exactamente lo mismo, pero está cerca" (La aplicación Strava cuenta con FTP, así como un análisis de potencia bastante sofisticado).¹

La belleza del ejercicio es que es una droga tan poderosa que puedes ver beneficios sin afinar el entrenamiento de esta manera, odiaría que esto se convirtiera en una barrera para hacer ejercicio. Lo importante es hacer algo, concluyeron los investigadores.

Referencias